El ego de una persona puede tomarse como el auto reconocimiento que tiene alguien de sí mismo. Este concepto puede tomarse tanto desde una perspectiva social como desde una psicológica con significados levemente diferentes. Así, la psicología define al ego como el reconocimiento psíquico que tiene un individuo de su persona e identidad.
En este sentido, el ego conforma el punto referencial entre los fenómenos físicos del contexto, el superyó y el ello. Al respecto, el psicoanálisis freudiano considera que el ello está conformado por nuestros deseos e impulsos. El superyó, por su parte, se conforma en base a la moral y las reglas que nos impone la sociedad.
Esto nos deja con el yo o ego que representa el equilibrio que encuentra el hombre para convivir en la sociedad. Con esto queremos decir que el yo sería una síntesis entre las otras instancias psíquicas mencionadas. Es la mentalidad que nos permite actuar en la sociedad y satisfacer nuestras necesidades de acuerdo a las normas sociales.
Esta división de la personalidad humana en tres personas psíquicas diferenciadas se le atribuye al neurólogo austríaco Sigmund Freud. Según Freud, la personalidad humana se compone igualmente por elementos conscientes e impulsos inconscientes. Así, el ego es la personalidad que mostramos y exteriorizamos a partir de las otras dos y nuestras experiencias.
De esta manera, podemos decir que el ego va evolucionando a lo largo de nuestra vida. Por ello depende tanto de los deseos que tenemos, nuestras necesidades, experiencias de vida y el mismo entorno. Los deseos que tiene una persona deben ser filtrados por el superyó hasta presentarse en algo posible y realista.
El padre del psicoanálisis considera que el ego llega a trascender nuestra propia personalidad para convertirse en algo más. Ese algo más es definido por Freud como un sistema de funciones psíquicas que nos sirven de defensa. Pero también actúa como nuestro funcionamiento intelectual, nuestra memoria y capacidad de sintetizar información.
Características del ego
A partir de lo que venimos desarrollando sobre el ego podemos afirmar que nos permite sentir y experimentar distintas emociones. Así, es gracias al ego que podemos sentir alegría, culpabilidad, enojo, tristeza, etc. Otro exponente de la psicología, Jacques Lacan, considera al ego como una alienación del ser humano.
Desde una perspectiva más general y hasta social, podemos decir que la palabra ego se emplea muchas veces para señalar el exceso de autoestima. En este sentido se utiliza esta palabra para señalar cuando una persona tiene una imagen exagerada de sí misma. Por ejemplo: “El ego de José ha crecido mucho desde que lo ascendieron y se cree por encima de todos”.
Además, teniendo en cuenta que la palabra ego es un sinónimo más del yo, existen varias palabras que la utilizan. Los ejemplos más comunes son las palabras egocéntrico, ególatra y hasta egoísta. Todas estas palabras suelen usarse con un sentido negativo para describir a personas que solo piensan en sí mismas.
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"El Ego: Concepto, Funcionamiento y Características". En: De Significados. Disponible en: https://designificados.com/ego-de-una-persona/ Consultado: 7 de diciembre de 2024.
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