La euforia es un estado de alegría o entusiasmo intenso que presenta cierta tendencia al optimismo. Aunque el concepto médico de este término señala que es un estado de ánimo sumamente optimista. Así, la euforia se caracteriza por presentarse como un estado de alegría intenso que no se adecua demasiado a la realidad.
Como estado mental y emocional, la euforia se caracteriza por presentarse como una alegría desmedida. Así, la euforia se presenta con alegría, excitación, felicidad y júbilo más intenso de lo normal. La palabra euforia deriva del término euphoria del griego que señalaba la capacidad de alguien para soportar una carga o peso con fuerza.
Cuando una persona presenta una euforia exagerada que no se relaciona con hechos reales puede significar otra cosa. En estos casos, la euforia puede tratarse de un síntoma de enfermedad afectiva, hipomaníaca o maníaca. Pero siempre debe considerarse la euforia a partir de lo que experimenta o le pasa a la persona en cuestión.
A la vez cabe mencionar que los expertos en psicología y psiquiatría clasifican la euforia como un afecto. Y como tal, la euforia puede producirse a partir de diferentes causas: desde algo que les produce placer o satisfacción a las personas hasta el consumo de sustancias o incluso el orgasmo.
Por esta razón, la euforia se caracteriza por ser transitoria sin alterar demasiado el comportamiento normal de las personas. Pero puede ocurrir que algunas personas experimenten un tipo de euforia asociado con algún desorden anímico o trastorno psíquico.
En estos casos, la euforia se produce sin motivo aparente o puede durar un tiempo prolongado.
Entonces, para reconocer si la euforia es normal o síntoma de otra cosa debemos considerar su duración y sus motivaciones. Cuando la euforia es injustificada y duradera puede alterar la consciencia de las personas y ponerlas en riesgo. Este riesgo puede ser tanto para la propia persona como para los demás cuando se trata de un episodio de manía.
La euforia y otros estados emocionales
Así como la euforia se caracteriza por ser un estado de alegría y bienestar intenso, su opuesto se denomina disforia. La disforia consiste en un estado de malestar que se caracteriza por ser constante y generalizado. De esta manera, la disforia puede presentarse con síntomas de ansiedad, inquietud, irritabilidad, tristeza y demás sensaciones negativas.
El estado de disforia puede ser provocado por diferentes hechos cotidianos que le suceden a una persona. En este sentido, algunas causas probables de la disforia suelen ser experimentar amargura, perder a alguien y el mismo duelo consecuente. Cuando la disforia se presenta por razones de este tipo consiste en un desequilibrio emocional momentáneo.
Sin embargo, si la disforia se vuelve algo sin motivos y una condición permanente puede ser síntoma de algún trastorno psíquico como el trastorno bipolar o hasta la hipoglucemia. Las personas que padecen trastorno bipolar suelen experimentar oscilaciones que van de un estado eufórico a uno depresivo. Esto genera conflictos constantes en su vida y les provoca sufrimiento psíquico cuando experimentan algún episodio maníaco.
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"Euforia: ¿Estado de Ánimo o Síntoma? Descubre Cuándo Preocuparse". En: De Significados. Disponible en: https://designificados.com/euforia/ Consultado: 6 de octubre de 2024.
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