Adonay

La palabra Adonay es uno de los nombres que se le atribuyen a Dios en hebreo. Como tal, este nombre deriva de los nombres Adonāi y ădōnay del latín y el hebreo respectivamente. El origen de este nombre en hebreo puede traducirse como “señor mío”, “mi señor” o “mis señores”.

Este nombre divino se usaba principalmente en el Antiguo Testamento de las sagradas escrituras. Dado el significado del mismo, este nombre marca una relación de servidumbre por parte del hombre hacia Dios. Originalmente se lo empleaba como un adjetivo junto al nombre de Dios, pero luego lo terminó reemplazando.

Cuando este término se volvió uno de los nombres de Dios fue principalmente porque los hebreos tenían prohibido decir su nombre (Yahvé). Con respecto a esto, los judíos tenían prohibido pronunciar el nombre de Dios por respeto y porque era sagrado. Aunque Dios recibe numerosos nombres a lo largo de la historia, se cree que Yahvé era su nombre real.

El nombre de Yahvé fue el que le dio el mismo Dios a Moisés en el libro del Éxodo del Antiguo Testamento. Aunque se desconoce cómo se pronuncia con exactitud este nombre ya que solo perduró en forma de Tetragrámaton (YHVE). Esta es una de las razones por las que el mismo nombre se escribe de diversas maneras y los hebreos luego lo sustituyeron por Adonay.

Por esa razón, en las Sagradas Escrituras de los judíos se puede encontrar el nombre Adonay cada vez que se refieren a Dios. Comenzaron a llamarlo Adonay, que significa mi Señor, en lugar de mencionar su nombre divino. Aunque también se trataba de una forma respetuosa de mencionarlo o referirse a él.

El cristianismo católico también recuperó el nombre Adonay junto con otros nombres asociados a Dios. Esto se debió por una reciente disposición papal que recomendaba evitar el uso del nombre Yahvé durante las misas, cantos y oraciones. A este respecto, mencionan que el nombre Yahvé no ha sido muy usado por la Iglesia hasta hace unas décadas.

Usos y significados

Ya hemos mencionado que el nombre Adonay deriva del hebreo y el latín y es una de los nombres de Dios. Los hebreos implementaron este nombre cuando tenían prohibido pronunciar su nombre real. Pero también se lo usaba como una forma respetuosa de dirigirse a él ya que significa “mi Señor”.

Con este nombre reconocían a Dios como el Amo y el Señor majestuoso que simbolizaba la máxima autoridad. Cabe mencionar que el nombre se trata del término en plural de la palabra Adon que significa Señor. Por eso cabe señalar que Adonay no es un nombre propio sino la forma en que se referían a Dios con respeto.

Los hebreos decidieron llamar a Dios con esta palabra en reemplazo de YHWH, su nombre real. Esta decisión se basó en el respeto por su divinidad y porque consideraban que su nombre era muy sagrado como para ser pronunciado. Así, Adonay no solo representa respeto sino que también es una declaración de su superioridad.