Omnipotente: Definición, Poder y Relación con Dios

El término omnipotente se emplea para describir aquello que todo lo puede, que cuenta con gran influencia y poder. Esta palabra se forma de la unión de los vocablos omni y potente que significan todo y poder, respectivamente. Así, una persona omnipotente se caracteriza por su capacidad para hacer cualquier cosa sin dificultad.

De igual manera, alguien omnipotente se basta a sí mismo y no necesita de nadie. En este sentido, podemos decir que alguien o algo omnipotente es sumamente poderoso de todas las formas posibles. Esto quiere decir que alguien omnipotente cuenta con un poder infinito, inagotable que no tiene límites.

Teniendo en cuenta estas características, no es de extrañar que este adjetivo se emplee para describir a Dios. Esta es la descripción e impresión que se da de Dios en la mayoría de las religiones, sobre todo para referirse a su poder. En parte esto tiene que ver con la creencia de estas religiones sobre el carácter superior de esta divinidad.

Entonces, las religiones como el cristianismo, el Islam o el judaísmo describen a su Dios como omnipotente. Esta descripción se relaciona tanto con el poder de Dios como con el hecho de que se trata de un ser superior. Además, este calificativo sirve para distinguirlo del resto de los humanos que carecen de dichos poderes divinos.

Junto con su poder inagotable y su carácter superior, se cree que el poder de Dios no se agota ni conoce obstáculo alguno. Si bien el ser humano no es capaz de comprender el alcance de su poder, reconocen que es capaz de todo. En este sentido, se cree que el poder de Dios no respeta las leyes de la física, la lógica ni de la naturaleza.

El origen de esta palabra se remonta a la mitología de la Antigua Grecia donde se empleaban regularmente conceptos como: omnipotente, omnipresente y omnisciente. Así como omnipotente se refiere a un poder absoluto; omnipresente se refiere a que se encuentra en todas partes; y omnisciente a que todo lo sabe.

Características de la omnipotencia

La palabra omnipotente deriva del concepto de omnipotencia que también se refiere a un poder absoluto e ilimitado. Además de un poder absoluto, el concepto de omnipotencia también puede referirse a la capacidad para hacer lo que sea. En este sentido, la omnipotencia describe un poder que no respeta regla alguna y puede lograr cualquier cosa.

Si tenemos en cuenta estas características, la omnipotencia se suele relacionar con personas en posiciones de poder. Sin embargo, ocupar un lugar de poder no les otorga omnipotencia absoluta ya que siguen siendo humanos. De todas maneras, algunas personas en estas situaciones se creen superiores a todos los demás y se aprovechan de ese privilegio.

Por otra parte, la omnipotencia se suele vincular a Dios en diferentes religiones para referirse a su carácter único y superior. De esta manera, la omnipotencia es la cualidad que le permite a Dios realizar cualquier acción. Esto se debe a que el poder de Dios no conoce restricciones, es inagotable y puede lograr cualquier cosa.