Religión / 4 min. de lectura

Marx: La Religión como Opio del Pueblo y el Control Social

Descubre por qué Marx consideraba la religión como una herramienta de control social y cómo afecta a las personas.

Lo más destacado de este artículo

  • Marx critica el uso de la religión por la clase dominante para controlar al pueblo.
  • La religión promete una vida eterna ilusoria para aliviar el sufrimiento y dar sentido a la vida.
  • Marx considera que la religión aliena a la gente y la hace aceptar el orden social injusto.
  • La religión se compara con el opio por sus efectos de adormecer el pensamiento y la realidad.

La frase “La religión es el opio del pueblo” le pertenece al filósofo alemán Karl Marx. Dicha frase pertenece al sistema de pensamiento marxista y se refiere al uso que hace la clase dominante de la religión. En este sentido, Marx consideraba que la clase dominante usa la religión para controlar al pueblo.

Según Marx, la religión le promete la vida eterna y una dicha ilusoria a la gente para aliviar y darle sentido a sus padecimientos. Esta frase es originalmente en alemán y aparece en Contribución a la crítica de la filosofía del derecho de Hegel. Se publicó en 1844 en un período de anuarios franco-alemanes llamado Deutsch-Französischen Jahrbücher her.

Dentro de este texto, la famosa frase aparece en relación con las ideas sobre la religión y lo que significa para el pueblo. Así, esta frase conforma una de las ideas de Marx acerca de la religión, el uso que se hace de ella y cómo afecta a la gente. En este sentido, el filósofo consideraba que la religión suponía la miseria de la vida humana y una protesta contra eso.

La frase «La religión es el opio del pueblo» forma parte del pensamiento marxista.

Con respecto a esto, Marx señala que la religión se sustenta de esa miseria, así como de la realidad que atormenta al alma humana. Teniendo esto en cuenta Marx sugería que la gente debía renunciar a la religión y sus promesas vanas. Así señalaba que la religión era un síntoma creado por las ilusiones del pueblo ante el sufrimiento.

La religión según Marx es la respuesta a la necesidad de una vida espiritual que les de sentido y un propósito. De esta manera la religión les hace creer que el sufrimiento que padece la gente en este mundo es pasajero e inevitable. Sin embargo, deben resistir las carencias y el sufrimiento porque serán recompensados con la vida eterna en el Paraíso.

Lo que Marx propone en cambio es renunciar a la religión y luchar por una dicha real en esta vida. Es decir, trabajar para liberarse de los opresores y las necesidades, crear un mundo mejor en la tierra. La religión, en cambio, promete un mundo imaginario, una mejor vida que les permita soportar el dolor y la miseria terrenal.

La religión y el marxismo

Entonces, de acuerdo al marxismo la gente soporta lo miserable de su vida por esta promesa que le brinda la religión. Promesa que termina alienando y lo hace aceptar el orden social como es porque resulta inevitable. Según Marx, el pueblo influenciado por la religión acepta este orden porque esa es la voluntad de Dios.

Esta promesa de la religión también los hace renunciar a cualquier idea de igualdad y justicia. Según Marx, la religión podría considerarse como el discurso que legitima las injusticias sociales. Cuando compara la religión con el opio se refiere a la adicción y los efectos que causa esta sustancia narcótica.

El opio puede usarse como analgésico, se usaba como medicina contra el dolor o bien como tranquilizante. Por eso Marx compara estos efectos del opio con los que provoca la religión en cuanto a: limitar el pensamiento, nublar la visión de la realidad, promesas de paz. Así la religión se usa como un remedio para calmar las angustias espirituales del pueblo y evitar que luchen para cambiar el orden impuesto por la clase dominante.

Formato para citar

"Marx: La Religión como Opio del Pueblo y el Control Social". En: De Significados. Disponible en: https://designificados.com/la-religion-es-el-opio-del-pueblo/ Consultado: 26 de octubre de 2024.