Ascetismo: Purificación Espiritual y Prácticas Austeras

El concepto de ascetismo hace referencia a ejercer o practicar un estilo de vida austero. A la vez, esto supone renunciar a todo placer material para lograr hábitos que lleven a la perfección espiritual y moral. A su vez, hace referencia a una doctrina que busca alcanzar esa perfección por medio de dicho estilo de vida.

En este sentido, el ascetismo supone privarse de forma deliberada o voluntaria de cualquier cosa que sea deseable. Aunque también se considera una práctica asceta el exponerse a situaciones excepcionales y poco deseables. Sin embargo, por lo general se asocia al ascetismo con un estilo de vida que busca purificar el espíritu al privarse de placeres materiales.

Teniendo esto en cuenta, podemos considerar como prácticas ascéticas las que ejercen algunas tradiciones religiosas o filosóficas. Algunos ejemplos de estas prácticas ascéticas son: la abstinencia, el ayuno, la pobreza, la reclusión o la soledad, entre otras. Cualquier práctica que supone una privación material se considera como ascética.

Muchas de estas tradiciones filosóficas y religiosas consideran que estas prácticas ascéticas los acercan a la iluminación espiritual. Por eso podemos encontrar formas de ascetismo en numerosas tradiciones religiosas y filosóficas como: el budismo, el cristianismo, el estoicismo, el islam o el judaísmo, por ejemplo.

La razón por la que todas estas tradiciones adoptan el ascetismo es porque lo ven como el medio hacia la iluminación. En este sentido, consideran que para llegar a la iluminación deben atravesar un proceso que los aleje de la vida terrenal y los placeres mundanos. De cualquier manera y sin importar la religión o filosofía, a los que practican el ascetismo se los llama ascetas o anacoretas.

En cuanto al origen de este concepto, la palabra ascetismo deriva del término askesis del griego. Su significado original hace referencia a un ejercicio o entrenamiento y así le llamaban entonces a la doctrina de ejercicios atléticos. En la Antigüedad clásica se consideraba que la práctica de esta doctrina los conducía a la virtud.

Historia y características

Como práctica filosófica, el ascetismo surgió con los presocráticos que heredaron las costumbres de los cínicos y los estoicos. Por eso, todas aquellas prácticas de purificación y renuncia antiguas sirvieron de antecedente para el ascetismo y el monasticismo cristiano. Algunas órdenes religiosas optaron por el ascetismo como una forma de acercarse a Dios.

Entre esas prácticas ascéticas, algunas órdenes religiosas se caracterizaron por hacer votos de castidad y pobreza. También las hay que se recluyeron de forma voluntaria en monasterios para dedicar su vida a la religión. Un claro ejemplo de estas prácticas ascéticas cristianas son los monjes y monjas de clausura.

En la modernidad se encuentran otras formas de ascetismo, entre las que destacan el propuesto por Friedrich Nietzsche. Este filósofo alemán despreciaba las prácticas culturales y filosóficas de su época y promovía renunciar a todo lo normativo. Por otro lado, existen ciertos debates sobre el ascetismo como una forma de renuncia o de moderación. Esto se remonta a los estoicos que sugerían evitar los excesos para vivir de forma ética.