La obesidad es una enfermedad caracterizada por el exceso de grasa corporal que aumenta el riesgo de contraer otras enfermedades o problemas de salud. Entre estos se cuentan la diabetes, las enfermedades cardíacas, presión arterial y hasta varios tipos de cáncer. De esta manera, la obesidad no solo se trata de un problema estético sociocultural sino que es también un problema médico.
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¿Qué es la obesidad?
Se trata de un trastorno de salud causado por altos niveles de grasa corporal que pueden acarrear diferentes enfermedades y problemas de salud. En este sentido, la obesidad es el producto de un consumo mayor de calorías de las que se queman diariamente. La obesidad se diagnostica cuando el paciente cuenta con un índice masa corporal igual o mayor a treinta.
De esta manera, el principal síntoma de obesidad es el exceso de grasa corporal lo que a su vez aumenta el riesgo de contraer otros problemas o enfermedades. Resulta importante señalar que la obesidad no es lo mismo que el sobrepeso ya que representan distintos niveles de grasa corporal. El sobrepeso señala un peso mayor al recomendado por las características (edad, sexo, estatura) del paciente.
Mientras que la obesidad consiste en un exceso de grasa corporal, no solo un peso mayor al aconsejable. Sin embargo, tanto la obesidad como el sobrepeso se relacionan al señalar un peso mayor al considerado saludable. Aquí cabe mencionar que el peso de una persona contempla la masa corporal, los huesos, el agua y la grasa en su cuerpo.
El trastorno de obesidad se produce con el paso del tiempo a medida que el paciente consume más calorías de las que quema. Cuando hablamos de quemar calorías nos referimos a las que emplea el organismo con nuestras actividades diarias o bien con el ejercicio físico. Sin embargo, la ingesta y consumo de calorías varía para cada persona y contempla una serie de factores.
Así, entre los principales factores que afectan al peso de una persona podemos mencionar: consumir alimentos ricos en grasas, así como consumir comida en exceso, la constitución genética y la falta de actividad física. En caso de padecer obesidad, el mejor tratamiento es aplicar ciertos cambios en el estilo de vida con una dieta saludable y ejercicio físico.
Causas de la obesidad
Tal como hemos mencionado anteriormente, cuando una persona consume más calorías de las que usa puede desarrollar sobrepeso u obesidad. Algunos especialistas consideran que este efecto también se conoce como desequilibrio de energía. Debido a que las calorías que ingresan en el organismo no coinciden con la energía que el cuerpo emplea para su funcionamiento.
El cuerpo convierte los nutrientes de los alimentos que ingerimos para producir y almacenar energía. Esta energía suele emplearse inmediatamente para ciertas funciones corporales o bien se gasta en la actividad física rutinaria. Pero también se puede conservar energía para emplear en el futuro, a modo de reservas.
Cuando se produce un desequilibrio de energía, es decir, se consumen más calorías de las que se gastan, el cuerpo almacena ese exceso como grasa. Sin embargo, la probabilidad de desarrollar obesidad puede depender de otros factores además de los alimentos que consumimos. También puede depender del tipo o cantidad de lo que consumimos en el día, si descansa bien por la noche y la actividad física diaria que realiza.
Para ser más específicos conviene listar cuáles son las principales causas de obesidad:
- Algunas afecciones médicas pueden provocar un aumento en el peso de los pacientes. Entre ellos podemos mencionar el síndrome metabólico y el síndrome de ovario poliquístico, por ejemplo. Cuando se tratan estas afecciones pueden regularizarse algunos factores para evitar el sobrepeso u obesidad.
- La actividad física es un factor determinante en el peso de las personas. Cuando se lleva una vida sedentaria y no se realiza ningún tipo de actividad física el índice de masa corporal tiende a aumentar. Lo ideal sería realizar actividad aeróbica todos los días para llevar una vida más saludable.
- El estrés suele ser otro factor que puede desequilibrar la energía e incluso incentivar la necesidad o impulso de comer. Esto se debe a que el estrés tiende a producir hormonas que nos llevan a comer más y a generar más grasa.
- Otro factor determinante suele ser la genética, es decir, algunas personas tienen predisposición a pesar más. Por eso también se recomienda llevar una vida saludable en estos casos para reducir los riesgos.
- Uno que ya hemos mencionado son los hábitos alimentarios poco saludables. Cuando las personas consumen más calorías de las necesarias pueden aumentar su peso paulatinamente. Pero también se relaciona con el tipo de alimentos que se consumen (grasas saturadas, exceso de azúcar, etc).
- No descansar las horas necesarias también puede ser un factor relacionado con la obesidad. Cuando alguien no duerme al menos 7 horas recomendadas o duerme mal esto puede afectar a las hormonas que controlan el impulso por comer.
- Ciertos medicamentos pueden provocar un aumento de peso al afectar las señales químicas del cerebro relacionadas con el hambre. Entre dichos medicamentos se encuentran: anticonceptivos, antidepresivos, antipsicóticos, betabloqueantes, glucocorticoides, insulina, etc.
¿Cómo se mide el grado de obesidad?
El sobrepeso y la obesidad se calculan de acuerdo al índice de masa corporal (IMC) que se calcula de acuerdo a la estatura y el peso. De acuerdo a este índice, la Organización Mundial de la Salud establece los siguientes grados relacionados con el peso:
- Normopeso cuando el IMC se encuentra entre 18,5 y 24,9.
- Sobrepeso con un IMC entre 25 y 29,9.
- Obesidad grado 1 con riesgo bajo, IMC entre 30 y 34,9.
- Obesidad grado 2 con riesgo moderado, IMC entre 35 y 39,9.
- Obesidad grado 3, de alto riesgo también conocida como obesidad mórbida: IMC igual o superior a 40.
- Obesidad grado 4, una obesidad extrema con un IMC igual o mayor a 50.
A partir de la obesidad mórbida, o de grado 3, hay que contemplar las complicaciones y enfermedades que se le asocian. En estos casos no basta con que el paciente haga dieta y ejercicio físico para resolver la situación. Muchas veces el paciente debe ser sometido a algún tipo de cirugía para reducir el tamaño de su estómago.
Esta clase de cirugía resulta necesaria para reducir además el apetito y la ingesta de alimentos. A la par se recomienda que el paciente adquiera nuevos hábitos alimenticios que lo ayuden a revertir su estado de salud. Además, algunas técnicas de cirugía bariátrica buscan modificar la digestión del paciente y limitar de esta forma la absorción de calorías.
Riesgos asociados a la obesidad
Padecer obesidad acarrea una serie de riesgos a la salud del paciente así como las probabilidades de adquirir ciertas enfermedades. Entre los principales riesgos asociados a la obesidad se encuentran: artritis, derrames cerebrales, diabetes, distintos tipos de cáncer y enfermedades cardíacas.
Otras complicaciones y riesgos asociados con la obesidad son el apnea del sueño donde se interrumpe la respiración y se reanuda repetidamente durante el sueño. También pueden padecer artrosis debido al exceso de peso corporal y la presión sobre las articulaciones. También se cuentan distintos problemas digestivos como acidez estomacal, enfermedad de la vesícula y problemas hepáticos.
Teniendo esto en cuenta cabe remarcar que se pueden revertir dichos riesgos si el paciente baja de peso. Dependiendo el caso y el grado de obesidad, con que el paciente pierda de 5 al 10% de su peso es suficiente para evitar algunos riesgos de salud. En este sentido, cambiar los hábitos por unos más saludables puede ayudar a prevenir o retrasar estas enfermedades.
¿Cómo evitar o prevenir la obesidad?
Por supuesto que no es algo sencillo de lograr y para algunas personas perder peso puede ser más difícil que para otras. Sobre todo cuando consideramos los factores asociados con la obesidad o los mismos hábitos del paciente. Sin embargo es cuestión de proponérselo y ser constante ya que perder un poco de peso puede mejorar su salud.
De esta manera, para evitar los riesgos de salud vinculados con la obesidad lo esencial es un estilo de vida saludable. Con esto nos referimos a adoptar una dieta saludable, realizar actividad física e introducir cambios de conducta. Como todo es un proceso y también se pueden incluir medicamentos recetados o intervenciones médicas para tratar la obesidad.
Ante cualquier duda sobre el peso y sus riesgos asociados lo principal es consultar con el médico. De esta manera puede chequear el estado de salud, ordenar los estudios correspondientes y proveer un diagnóstico y un tratamiento acordes. Incluso evaluará los riesgos particulares para cada caso y las opciones para bajar de peso.
Consecuencias de la obesidad
Ya hemos mencionado que las personas con obesidad corren mayor riesgo de contraer enfermedades o complicaciones de salud. De no hacer nada para evitar o revertir la situación pueden desarrollar estas enfermedades. En este sentido, las principales consecuencias de la obesidad son: las enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes y trastornos en el aparato locomotor.
La edad en que una persona padece obesidad también puede determinar los riesgos y complicaciones en estos pacientes. Con esto nos referimos a que algunas complicaciones o enfermedades pueden agravarse según la edad del paciente. O incluso puede significar mayores complicaciones en el presente y en el futuro, como ocurre con la obesidad infantil.
Por lo general, la obesidad infantil aumenta las probabilidades de padecer obesidad en la edad adulta. Pero también puede llegar a desarrollar algún tipo de discapacidad y hasta una muerte prematura. Durante la infancia, la obesidad supone además dificultades respiratorias, riesgos de fracturas y de hipertensión. Incluso pueden desarrollar una resistencia a la insulina, problemas psicológicos y padecer enfermedades cardiovasculares.
Tratamientos para la obesidad
Tal como hemos mencionado anteriormente, lo ideal a la hora de prevenir o reducir los riesgos por obesidad se relacionan con un estilo de vida saludable. En este sentido, lo principal es modificar los hábitos alimenticios por unos más saludables y equilibrados. También se recomienda realizar actividad física de forma periódica para activar el metabolismo y quemar calorías.
Lo primero que se puede hacer para evitar o revertir la obesidad es limitar la ingesta de azúcares y grasas. Esto se puede hacer fácilmente optando por opciones más saludables y nutritivas. Por ejemplo, aumentar el consumo de cereales integrales en lugar de refinados, consumir más frutas, verduras, frutos secos y legumbres.
En cuanto a actividad física, lo ideal es que se practique de forma periódica pero varía de acuerdo a la edad. Es decir, los jóvenes deberían realizar al menos una hora diaria de ejercicio físico. Mientras que para los adultos se suele recomendar un total de 150 minutos de ejercicio semanal.
De más está señalar que depende de cada persona tomar la decisión de cambiar sus hábitos y ser constante. Pero también suele depender de las posibilidades de cada persona para realizar este cambio y llevar una vida más sana. Por eso se recomienda que el paciente cuente con un entorno favorable que le permita modificar sus hábitos y elecciones.
Con respecto a esto último podemos hablar de un factor social que estimule una vida saludable. Lo que puede lograrse con políticas demográficas que permitan a las personas acceder a alimentos saludables y actividad física, por ejemplo. En este sentido, algunas personas con menos recursos quizás no pueden adquirir alimentos saludables por eso deberían ser accesibles para todos.
Preguntas frecuentes
La obesidad se trata de una enfermedad causada por el exceso de grasa corporal que aumenta las posibilidades de contraer enfermedades y complicaciones de salud.
Ambos conceptos señalan un peso mayor al considerado saludable pero indican diferentes niveles de acuerdo al índice de masa corporal (IMC).
Las principales causas de obesidad tienen que ver con consumir más calorías de las que se queman con la actividad diaria o el ejercicio físico, o bien por la falta de actividad física, por razones genéticas, estrés, uso de ciertos medicamentos, entre otros.
Existen cuatro grados de obesidad según el porcentaje del índice de masa corporal desde 30 hasta más de 50.
Las personas que padecen obesidad tienen más probabilidades de desarrollar otras enfermedades o complicaciones a la salud. Entre los principales riesgos a la salud asociados a la obesidad se encuentran: artritis, cáncer, diabetes, enfermedades cardíacas, entre otras.
Lo principal es modificar los hábitos por unos más saludables relacionados con la comida y el ejercicio físico. También ayuda contar con un entorno favorable para este estilo de vida y hasta un factor social que promueva políticas saludables.
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"Obesidad: Qué Es, Causas, Riesgos y Cómo Prevenirla". En: De Significados. Disponible en: https://designificados.com/obesidad/ Consultado: 5 de diciembre de 2024.