La metafísica es conocida por ser una de las disciplinas principales dentro de la filosofía. Si bien su objeto de estudio puede adoptar muchos aspectos, esta rama filosófica se concentra principalmente en el estudio de la estructura y los componentes que constituyen la realidad. Asimismo, también es posible hablar de metafísica cuando una producción intelectual versa acerca de los principios que rigen la realidad de manera atemporal, los cuales en ocasiones se encuentran relacionados con la cosmología.
Esta palabra proviene del griego y significa algo así como «más allá de la física», un término propuesto por Andrónico de Rodas durante el siglo I a.C. para nombrar a un conjunto de escritos del filósofo Aristóteles. Esto no quiere decir que dicha disciplina haya visto la luz con los pensamientos del Estagirita, puesto que se trata de un conjunto de ideas ya conocidas entre los filósofos presocráticos. No obstante, se cree que Platón fue el primero en ordenar discursos acerca del ser y sus atributos, lo que le permitió a Aristóteles fundar su «filosofía primera».
La metafísica se encarga de estudiar los fundamentos de la realidad, así como también, el sentido y la finalidad del ser. Dentro de esta corriente es posible encontrar, a su vez, dos subdisciplinas: por una lado, la ontología, dedicada al estudio del ser en sí; y, por otro lado, la teleología, que consiste en el estudio de las finalidades que surgen como consecuencia de la realidad. Como se ha mencionado anteriormente, el límite de esta disciplina aún es difuso, por lo que se han visto teorías metafísicas ligadas al estudio cognitivo.
Esta corriente de la filosofía abarca componentes de la realidad que resultan inestudiables para el pensamiento científico. De acuerdo con palabras de Immanuel Kant, un enunciado se convierte en una afirmación metafísica cuando propone una idea que no puede ser concebida a través de la experimentación humana. Asimismo, Kant postula que esta tendencia a elaborar premisas metafísicas constituye una necesidad inevitable del ser humano, pensamiento retomado por el pensador Arthur Shopenhauer.
En la metafísica aristotélica es posible encontrar cuatro vertientes: la aiteología, que es la ciencia de las causas supremas; la ontología, dedicada específicamente a estudiar la concepción de un ente en cuanto tal; la teología, considerada la disciplina abocada a las cosas divinas; y la useología, conocida por ser la ciencia de la sustancia. Si bien muchos autores consideran a estas cuatro ramas como disciplinas separadas, existen otros que afirman que las mismas confluyen para dar origen a una sola metafísica.
Más allá de las discrepancias, casi todos los intelectuales están de acuerdo al considerar a la metafísica como una disciplina que busca encontrar los fundamentos del mundo y de la existencia. Su objetivo principal es el de alcanzar una comprensión teórica de todo lo existente y descubrir, además, el por qué de las cosas. Esto significa que no es de su interés indagar acerca de qué es lo que hay, sino por qué existe algo, y develar cuáles son las características que hacen posible su existencia.
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"Metafísica: Conceptos, Historia, Ramas y Preguntas". En: De Significados. Disponible en: https://designificados.com/metafisica/ Consultado: 21 de noviembre de 2024.
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