El feng shui es un arte ancestral que se basa en la cosmogonía china y su objetivo apunta a mejorar las condiciones ambientales del entorno. En este sentido, el feng shui pretende fomentar la armonía y el bienestar de las personas con su entorno. Para ello, el feng shui busca decorar los espacios adecuadamente para aprovechar sus buenas energías.
Al feng shui se lo considera en cierta forma un estilo o filosofía de vida. Así, la finalidad del feng shui consiste en que las personas se beneficien de las buenas energías de un espacio. Para que esto sea posible, el feng shui señala una serie de indicaciones a tener en cuenta a la hora de decorar un ambiente.
Se desconoce a ciencia cierta cómo se originó el Feng shui, pero existen diferentes versiones al respecto. Algunas de ellas señalan cómo este arte ancestral se terminó convirtiendo en una suerte de pseudociencia. Y así es como se la percibe en la actualidad, como una ciencia falsa o bien que cuenta con bases contradictorias.
Por otra parte, algunas investigaciones al respecto concluyeron que el Feng shui se basaba en los cambios naturales influenciados por el cosmos. A este respecto, dichas investigaciones señalan que los antiguos chinos observaban dichos cambios y los contrastaban con sus conocimientos adquiridos. También se cuenta al taoísmo como una de las influencias principales de esta práctica.
Con respecto a la influencia del taoísmo, cabe señalar que se trata de una tradición filosófica basada en la interacción entre el hombre y la naturaleza. El taoísmo consideraba que la interacción del hombre con la naturaleza era equitativa y prolífica. Además, en la interacción de ambos también participan los diferentes elementos naturales.
Y hablando de los elementos, la doctrina clásica de la que parte el Feng shui les daba gran importancia a estos. Además del agua y el viento, el feng shui también contempla a los animales y considera a algunos de ellos como guardianes. Estos guardianes tienen la función de custodiar que los elementos interactúen y funcionen correctamente.
Características y curiosidades
El concepto de Feng Shui se puede traducir a nuestro lenguaje como viento y agua. Su nombre proviene de la costumbre que tenían los ancestros orientales de observar la naturaleza y sus ciclos. Se trata de un arte milenario chino que tiene más de 4000 años y comprende la forma en que nos afectan las energías del universo.
Y si hablamos de energías, la base del Feng Shui se encuentra en cierta forma en el Chi. El Chi es la energía de la naturaleza, o bien la energía primordial del universo que puede poseerse o no. En este sentido, el Feng Shui pretende concentrar el Chi en los lugares y espacios que habitamos para beneficiarnos de dicha energía.
Aquí cobra importancia el nombre de esta práctica ya que considera que el viento y el agua son ideales para manejar el Chi correctamente. A su vez, el Feng Shui parte de otras corrientes filosóficas como el Confucianismo y el Taoísmo. La primera señala que el ser humano es una parte integral del universo y se ve afectado por el cosmos. Por esta razón, la finalidad del Feng Shui es lograr un equilibrio entre el hombre y el medio ambiente que habita.
Formato para citar
"Feng Shui: Armonía y Bienestar con el Entorno". En: De Significados. Disponible en: https://designificados.com/feng-shui/ Consultado: 23 de noviembre de 2024.
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