La electricidad es como se le llama a la rama de la física dedicada al estudio de la electricidad. Esta puede definirse como una forma de energía que genera efectos caloríficos, luminosos, mecánicos, químicos, entre otros. Dicha energía se obtiene por el movimiento o la separación de los electrones que conforman los átomos.
De esta manera podemos decir que la electricidad se trata de un fenómeno físico producido por cargas eléctricas. La energía que generan estas cargas eléctricas se manifiesta de forma física como la luz, o bien de forma mecánica o térmica. En la mayoría de los casos, la electricidad tiene una forma abstracta, quizás donde más se puede apreciar es en los rayos de una tormenta.
Como fuente energética, la electricidad sirve para hacer funcionar todo tipo de máquinas y sistemas de distinta complejidad. Los electrodomésticos que tenemos en el hogar funcionan gracias a la electricidad, por ejemplo. Lo mismo sucede con las fuentes luminosas y demás aparatos eléctricos y/o electrónicos de nuestro hogar.
Tal como hemos mencionado antes, la electricidad proviene de las cargas eléctricas, ya sea en movimiento, reposo o por la interacción entre ellas. Los átomos cuentan con dos tipos de cargas eléctricas: las cargas positivas propias de los protones y las cargas negativas pertenecientes a los electrones.
Aunque los estudios en materia de electricidad datan desde el siglo XVII, fue recién en el siglo XIX que hubo avances notorios. Esto se debió en parte a las ecuaciones que formuló Maxwell y sirvieron para unir las teorías de electricidad y magnetismo. Según estas teorías, tanto la electricidad como el magnetismo son dos formas diferentes de un mismo fenómeno físico.
De esta manera, los primeros avances tecnológicos a partir de estas teorías fueron la iluminación y el telégrafo. Al poner en práctica dichas teorías encontraron nuevas formas de aprovechar la electricidad y darles usos prácticos. Así, estos avances significaron claras mejoras en la calidad de vida de las personas en esa época.
Tipos y usos de la electricidad
Teniendo en cuenta lo que hemos desarrollado hasta el momento podemos definir diferentes usos de la electricidad. Así, la electricidad se utiliza principalmente para generar luz, calor y señales eléctricas. Pero también resulta importante señalar las distintas formas de generar electricidad existentes: con energía eólica, energía hídrica y energía solar.
La energía eólica se obtiene gracias a los molinos de viento que aprovechan el movimiento del aire. En cuanto a la energía hidráulica, es probablemente la más utilizada y se obtiene de las represas hídricas. Y en el caso de la energía solar, se obtiene a través de paneles que reciben el calor del sol.
Las corrientes eléctricas se miden con Amperios, aunque lo más frecuente es que utilicemos los Voltios para medir la electricidad. Aunque esta última unidad es la que mide la tensión en la corriente eléctrica y de la ecuación de ambas medidas surgen los Vatios. Estas unidades de medida son de gran utilidad a la hora de conocer el nivel de tensión de las corrientes eléctricas.
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"Electricidad: Definición, Tipos, Usos y Medida". En: De Significados. Disponible en: https://designificados.com/electricidad/ Consultado: 5 de diciembre de 2024.
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