Huelga: Definición, Tipos, Historia y Ejemplos

La huelga es una forma de protesta por parte de los trabajadores donde detienen el trabajo pidiendo mejoras laborales o sociales. Esta forma de protesta perjudica a los empleadores o empresarios porque se detiene la producción o el servicio. El término huelga también suele usarse para designar el tiempo durante el cual la tierra no se labra.

Retomando el concepto de protesta, el objetivo de una huelga consiste en conseguir algún tipo de mejora. Por lo general, los trabajadores suelen exigir un aumento de sueldo o bien puede tratarse de mejoras laborales. Como tal, la huelga es un medio legítimo con el que cuentan los ciudadanos a la hora de reivindicar sus derechos.

De acuerdo a la historia, la primera huelga registrada ocurrió durante en Egipto durante el reinado de Ramses III. Aunque las huelgas como se conocen hoy en día se remontan más bien a los movimientos obreros de Inglaterra del siglo XIX. Dichos movimientos obreros se asocian con el ludismo ya que el promotor de los mismos fue Ned Ludd.

A estos movimientos obreros se los denominaba “los rompedores de máquinas”. Por otra parte, con el surgimiento de estos movimientos obreros también surgió el concepto de clase trabajadora. También surgieron otras agrupaciones como los partidos anarquistas, comunistas y socialistas.

Fue gracias a todos estos movimientos de trabajadores que se terminó por legalizar la huelga como forma de protesta. Luego, cuando se publicó El Capital del filósofo alemán Karl Marx, el movimiento obrero obtuvo un marco teórico que lo sustentaba. Pero volviendo a la huelga, cabe mencionar que existen diferentes tipos además de la ya mencionada huelga laboral.

Por lo general, las huelgas pueden clasificarse de acuerdo al ámbito en el que se desarrollan. De esta manera, podemos mencionar las huelgas de consumo, de estudiantes y las huelgas de hambre. Incluso se pueden subclasificar las huelgas laborales según el método o modalidad en que se llevan a cabo.

Características y tipos de huelgas

Antes mencionamos que existen diferentes tipos de huelgas de acuerdo al ámbito en el que se realizan. Así, las huelgas de consumo se caracterizan porque la gente deja de consumir ciertos bienes o productos. Por su parte, las huelgas de estudiantes son aquellas que se llevan a cabo en universidades o escuelas pidiendo mejoras.

Una huelga de hambre, por su parte, se caracteriza por una persona que decide dejar de comer para visibilizar o exigir algo. En el caso de las huelgas laborales, estas pueden ser de brazos caídos o de celo, principalmente. Las huelgas de brazos caídos se caracterizan por promover la inactividad o cesar el trabajo hasta obtener lo que se pide.

En cuanto a las huelgas de celo, estas consisten en trabajar de forma meticulosa para así descender el rendimiento laboral. También pueden darse casos específicos según el sector laboral, por ejemplo, la huelga de bolígrafos caídos ocurre cuando la policía rechaza poner multas. Otra forma de clasificar las huelgas tiene que ver con su duración y aquí se las divide en establecidas o indefinidas.