La palabra Zen se refiere a un sistema filosófico budista que se remonta al siglo VI y se originó en China. Así, la filosofía zen se caracteriza por emplear técnicas lógicas especiales para potenciar la meditación metafísica. A esto se le suma la práctica de ejercicio físico arduo, todo esto tiene por objetivo alcanzar la iluminación.
Si hablamos del budismo como una religión, cabe mencionar que cuenta con distintas ramas entre las que se encuentra el budismo zen. Y entre estas ramas, el budismo zen se considera el budismo originario ya que se basa en las enseñanzas directas de Buda. El mismo Buda adoptó la posición zen, lo que sería estar sentado con las piernas cruzadas, cuando se retiró a meditar por 49 días.
Fue esa misma posición que adoptó Buda para meditar lo que le da nombre a esta filosofía budista. Lo que quiere decir que la misma palabra zen significa sentarse para meditar, en esa posición de piernas cruzadas. La meditación zen tiene por objetivo la búsqueda de la trascendencia y superar la dualidad sujeto/objeto.
Para lograr su cometido, la meditación se basa en una serie de cuestiones: el control mental, la posición que adopta el cuerpo y mantener una respiración pausada. Al seguir estos lineamientos para meditar, se produce una disminución del ritmo cardíaco y de la actividad cerebral. Lo que a su vez posibilita que alcancemos un estado de paz interior.
Más allá de la finalidad de la meditación zen y lo que supone, esta práctica no pretende hallar soluciones a problemas concretos. Por el contrario, la meditación zen es un estilo de vida que algunas personas adoptan. Cuando incorporamos la meditación zen a nuestra vida buscamos ser conscientes de nuestra existencia y nos ayuda a vivir de forma plena.
La práctica de la meditación zen puede ser tanto individual como grupal, el propósito siempre es el mismo. Tal como mencionamos antes, la meditación es un medio que empleamos en la búsqueda de nosotros mismos. Esto convierte a la meditación en una herramienta idónea para nuestro autoconocimiento y nos ayuda a alcanzar un estado de bienestar espiritual.
Características y principios de la filosofía zen
El budismo zen se basa en un principio general que señala la responsabilidad que tenemos de nuestra propia vida. En este sentido, el budismo zen recalca que nuestra vida y lo que hacemos depende de nosotros. La meditación zen nos ayuda a encontrar un equilibrio entre cuerpo y mente para alcanzar un estado de bienestar y autoconsciencia.
Entonces, el budismo zen considera que logramos el despertar espiritual a través de la meditación. Entre las principales prácticas zen se encuentra la postura del loto, la que le da nombre a esta filosofía, a la hora de meditar. La postura del loto consiste en sentarse con las piernas cruzadas, mantener la espalda erguida, cerrar los ojos y respirar lenta y profundamente.
Este tipo de meditación conlleva práctica para poder dominarla en todos sus aspectos y alcanzar el despertar espiritual. Sin embargo, la meditación también aporta otros beneficios como la paz, relajación y tranquilidad que experimentamos al practicarla. También nos ayuda a mejorar nuestro estado de ánimo, la capacidad de concentración y desconectarnos de nuestra vida por un momento.
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"Meditación Zen: Cómo Alcanzar la Paz Interior y el Autoconocimiento". En: De Significados. Disponible en: https://designificados.com/zen/ Consultado: 21 de noviembre de 2024.
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