Fondo de Maniobra: ¿Cómo Saber Si Tu Empresa Tiene Liquidez?

El concepto de fondo de maniobra se refiere a la capacidad de una empresa para enfrentar gastos a corto plazo. También se incluyen las diferentes inversiones y los recursos disponibles que tienen a largo plazo. Teniendo en cuenta todos estos elementos la empresa puede calcular si será capaz de afrontar las deudas y pagos inmediatos.

De esta manera, el fondo de maniobra les permite a las empresas conocer el estado de liquidez con el que cuentan. Así, si el resultado del cálculo es positivo significa que cuentan con solvencia para afrontar gastos. En cambio, si el resultado es negativo deberá afrontar serias consecuencias económicas.

A la hora de calcular el fondo de maniobra es necesario conocer el activo y el pasivo circulante. En este sentido, el fondo de maniobra resulta de la resta entre el activo y el pasivo circulantes. Por activo circulante se contempla todo tipo de liquidez que la empresa tiene a corto plazo.

Mientras que el pasivo circulante representa todas aquellas obligaciones de pago que tiene la empresa a corto plazo. Si bien la resta del activo y el pasivo circulantes sirve para obtener el fondo de maniobra no siempre es representativo. Es decir, no siempre este cálculo demuestra el verdadero estado económico que atraviesa la empresa.

Esto puede deberse a que el activo circulante de la empresa quizás no se termine vendiendo. O bien tiene además compromisos de pago a largo plazo con sus proveedores, por ejemplo. En estos casos deben contemplarse los diferentes elementos incluidos en esta fórmula.

Lo ideal es contar con un fondo de maniobra positivo que le permita solventar gastos en los siguientes meses. Pero si el resultado de este cálculo da negativo deben concretarse una serie de acciones para garantizar la supervivencia de la empresa. Para ello existen diferentes alternativas y recursos a las que puede recurrir una empresa con un fondo de maniobra negativo.

Opciones en casos negativos

Cuando la empresa no cuenta con un fondo de maniobra para afrontar gastos a corto plazo puede recurrir a una serie de acciones. Entre ellas se encuentra el apelar a descuentos que incentiven las ventas. Si bien es una medida arriesgada puede darle un empujón a la economía y ayudar a equilibrar la situación. Lo ideal es ofrecer descuentos por pagos inmediatos que permitan obtener liquidez rápido.

Otra opción es retrasar los pagos, sean para los proveedores, servicios o incluso las obligaciones fiscales. Esto puede generar cargos por mora, pero también existe la opción de renegociar los plazos de pago. Lo que puede ayudar a generar cierto margen para las finanzas actuales del negocio.

Por último, otra opción es solicitar alguna financiación alternativa, ya sea para invertir o realizar los pagos. La idea de la financiación es contar con liquidez a través de un acuerdo que pueda beneficiar a las dos partes. Sin embargo, cada caso es particular ya que algunas empresas pueden seguir funcionando a pesar de tener un fondo de maniobra negativo.