Alicia en el País de las Maravillas: Un Viaje al Mundo de lo Absurdo, la Locura y la Búsqueda de la Identidad

Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas es una novela escrita por Lewis Carroll. Esta novela se publicó en 1865 y el nombre original del autor no era Carroll sino Charles Litwidge Dogson. Lewis Carroll era el seudónimo de este escritor británico y la novela también se conoce como Alicia en el País de las Maravillas.

La novela cuenta la historia de una niña llamada Alicia que se cae por una madriguera al seguir a un Conejo blanco. Al caer por ese pozo termina llegando a un mundo de fantasía plagado de seres y personajes extraños. Se considera una historia infantil y cuenta con 12 capítulos de Alicia en ese mundo imaginario.

Cuando se publicó por primera vez en 1865 su título fue “Las aventuras de Alicia en el País de las Maravillas” (Alice’s Adventures in Wonderland). Además, esta primera edición contaba con 34 ilustraciones realizadas por el dibujante John Tenniel. Desde su publicación se ha cuestionado el género al que pertenece esta obra.

Este debate se debe a que la historia de Alicia suele considerarse como: Literatura sinsentido, de cuentos de hadas o bien literatura fantástica. También se la ha llegado a considerar como literatura surrealista por parte del movimiento del surrealismo. Más allá del género, esta novela es importante por la influencia social, matemática y psicológica que ha tenido.

La influencia que ha tenido la obra desde la época victoriana se basa principalmente en los temas que aborda. Si bien la novela está destinada a un público infantil, los lectores adultos pueden encontrarle otra interpretación. En la época victoriana, las historias infantiles acostumbraban a dejar moralejas para los niños sobre obediencia.

Desde una perspectiva infantil, el país de las maravillas se puede interpretar como un lugar sin fronteras donde todo es posible. Pero desde una mirada adulta, notamos que el país de las maravillas es un mundo sin sentido donde reina el caos. Además, a diferencia de otras historias infantiles, la novela de Carroll tiene un trasfondo perverso.

Simbolismos de la historia

La novela termina con Alicia despertando y descubriendo que sus aventuras en el País de las Maravillas era un sueño. Algunos interpretan la historia como un viaje a la vida adulta, el complejo proceso de la madurez. Además, el autor parece sugerir que al crecer y madurar, las personas pierden su inocencia, se vuelven corruptas e hipócritas.

Relacionado con la adultez y la madurez se encuentra la búsqueda de la identidad. Como la transición de la infancia a la adultez es compleja, conlleva una serie de procesos, enseñanzas y reflexiones. Alicia se cuestiona varias veces en la historia si sigue siendo ella misma o se replantea quién es.

Otra interpretación de la novela sugiere que el país de las maravillas es una caricatura o sátira de la sociedad victoriana. Esto se encuentra principalmente en la locura de varios personajes, los que toman el té principalmente. Lo que a su vez se relaciona directamente con la sociedad inglesa, famosa por su costumbre de tomar té.