Quechua: Etnia, Lengua y Cultura de los Andes

La palabra «quechua» suele emplearse para aludir a dos objetos diferentes. Por un lado, se conoce bajo el nombre de Quechua a una etnia de origen indígena que habita en los países de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú, famosa por ser una comunidad campesina dedicada a la actividad textil que utiliza fibras de origen animal, como la alpaca y la vicuña, y vegetal, como el algodón. Esta agrupación de antecedentes incaicos también es conocida en algunos países como quichua, qhiswa o qheswa.

Para la comunidad quechua, la artesanía ocupa un lugar fundamental dentro de su cultura, especialmente aquella vinculada al tejido y la cerámica. Respecto al primero, los quechuas han perfeccionado mucho sus técnicas tradicionales de hilado, a tal punto que, si bien los primeros trabajos fueron realizados con lana de llama, la mejora de sus metodologías logró la calidad y belleza con la que se conoce actualmente a los productos textiles precolombinos. Respecto a la cerámica, puede decirse que la alfarería ha sido destinada para el uso doméstico.

En cuanto a la economía quechua, este grupo étnico reconoce a la agricultura y la ganadería como sus principales fuentes de supervivencia, debido a que la fuerte conexión que mantienen con la tierra y los productos que emanan de ella les ha permitido adoptarlos como su la base de su economía. Dentro de este apartado, es menester dejar en claro que los quechuas carecen de una moneda oficial y no se rigen por ningún tipo de cambio, ya que es el trueque la principal manera de satisfacer sus necesidades básicas.

Por otra parte, la palabra «quechua» se utiliza, más específicamente, para designar a un dialecto que permite la comunicación entre los aborígenes de esta región. El quechua es una de las lenguas originarias de los Andes latinoamericanos que es utilizada en seis países, por lo que se estima que su número de hablantes ronda las ocho millones de personas. Esta cifra la convierte en la segunda familia lingüística en países como Bolivia, Ecuador y Perú, después del español.

Los orígenes de esta lengua pueden rastrearse en el centro de Perú, en una etapa previa al siglo V d.C., momento en el que se produjo una división en dos ramas. Hacia el siglo XV, durante la conquista de América, el castellano fue adoptado como la lengua oficial por parte del Estado, ya que era empleado para impartir la enseñanza de la catequesis a las comunidades indígenas. Para el siglo XX, el castellano reemplazó al quechua en materia de cantidad de hablantes. Actualmente, se ha determinado que existen variantes dentro de la lengua quechua.

Las lenguas quechuas se caracterizan por tener una morfología aglutinante, es decir, que se hallan compuestas por raíces regulares y sufijos productivos, que le permiten al hablante conformar nuevas palabras. Si bien se reconoce la presencia de evidencialidad, verbos transitivos, casos nominales y actitudes del hablante, el quechua se diferencia del español fundamentalmente porque esta lengua no utiliza artículos ni conjunciones y no realiza distinciones de género.