Prepotencia: Definición, Características y Ejemplos de Actitudes Prepotentes

Se conoce por prepotencia a la cualidad de una persona autoritaria que se impone sobre los demás. La palabra prepotencia deriva del término praepotentia del latín y significa poder muy grande. La prepotencia es un adjetivo con el cual se puede calificar a personas autoritarias, impacientes e incluso violentas.

Dadas sus características, se suele comparar la prepotencia con la arrogancia y la soberbia. Esto se debe a que, usualmente, una persona prepotente tiende a creerse superior a los demás. Esa creencia lo lleva a imponer su voluntad sobre los demás, aprovecharse de la inferioridad de ellos.

Actuar o hablar con prepotencia suele demostrar poca educación y hasta índices de violencia. Por ejemplo, cuando alguien se adelanta en la fila para subirse al colectivo primero o antes que los demás. La prepotencia hace que las personas actúen de manera arrebatada y, en muchas ocasiones, hasta de malos modos.

Aunque el concepto de prepotencia se asocia con la autoridad y/o figuras autoritarias, no es lo mismo. Por ejemplo, en un ambiente laboral existe una jerarquía de posiciones y dependencias. Por lo que un jefe es una figura de autoridad que puede mandar a los empleados a su cargo a hacer alguna tarea. Sin embargo, esas órdenes pueden ser efectuadas de forma prepotente, de mala manera y hasta amenazante.

Cabe señalar, como ya mencionamos, que la prepotencia se relaciona con actitudes arrogantes y de soberbia. Una persona así cree ser mejor que los demás, piensa que tiene la razón en todo y no duda en demostrar su postura. Son personas egocéntricas, no toman en serio a los otros y por ello suelen tener problemas para socializar.

Estas actitudes suelen acompañar roles o cargos importantes. Por ejemplo, una persona que es ascendida a jefe deja de considerar como compañeros a sus empleados a cargo. Incluso una persona famosa cree que debido a su fama puede hacer lo que quiera y que todo sea como dice.

Características afines a la prepotencia

Tal como dijimos, la prepotencia suele acompañar un puesto importante que generalmente conlleva poder. Pero no es excluyente, alguien puede ser preponderante sin poder, fama o un cargo jerárquico. La prepotencia se asemeja a la soberbia en la superioridad que se cree tener e incluso en la manera de rebajar a otros.

A nivel psicológico, las personas soberbias, prepotentes e incluso arrogantes tienden a ser megalómanas. Esto quiere decir que tienen delirios de grandeza, se dan aires de superioridad. No tienden a reconocer sus propios defectos o limitaciones, viven una realidad distorsionada por su propio ego.

Al relacionarse con otras personas, prefieren hablar sobre sí mismas o lo que a ellos les interesa. De lo contrario pierden interés en la conversación o se vuelven un tanto desagradables. La prepotencia también vuelve irascibles a las personas, no se aguantan críticas y se enojan con facilidad. Generalmente son incapaces de reconocer sus fallas y errores o siquiera hacer un poco de autocrítica.

Sinónimos de prepotencia

superioridad, dominación