Distopías: ¿Sociedad Controlada? Ejemplos, Significado y Origen

El término distopía se refiere a una sociedad imaginaria que se encuentra dominada por una ideología o poder totalitario. En este sentido, la distopía es una especie de género literario o ficticio que resulta lo contrario a la utopía. Esto significa que la distopía presenta una sociedad desagradable en la que nadie quisiera vivir.

Se la considera lo opuesto a la utopía porque la utopía también presenta una sociedad imaginaria pero idílica. Es decir, la utopía es una realidad a la que se aspira o desea alcanzar, pero no existe realmente. En cierta forma, la utopía contempla una sociedad soñada donde reina la armonía, el amor y la paz.

Si la utopía presenta un mundo soñado y deseado, la distopía representa todo lo contrario. Por esta razón también se la suele denominar como la antiutopía, una sociedad opresiva e injusta. La mayoría de las veces, las utopías se basan en sociedades verticalistas donde unos pocos oprimen a la mayoría de diferentes maneras.

El origen del término distopía se relaciona con el dirigente político inglés John Mill. Mill empleó este concepto en el siglo XIX para expresar una idea durante un discurso parlamentario. Desde entonces se ha asociado en cierta forma este concepto como una especie de advertencia sobre los males políticos.

Las historias distópicas suelen basarse o partir de hechos reales que sucedieron en algún momento de la historia. Lo que los autores suelen hacer es explotar el contenido negativo de estos hechos para exponer sus posibles consecuencias. Por lo general, estos hechos generan cierto clima disfuncional que termina atentando contra la armonía social.

De esta manera, muchas de estas sociedades distópicas muestran los aspectos más negativos de la humanidad y la sociedad. Así logran escenarios o sociedades que se encuentran en un desequilibrio total y una realidad sumamente injusta. Aunque se trata de historias ficticias, las distopías son un pantallazo a posibles realidades.

Ejemplos de distopías

En la literatura existen numerosos ejemplos sobre historias distópicas, algunas ya clásicas y otras más contemporáneas. También se han hecho eco en el cine y en la televisión con películas y series donde muestran este tipo de sociedades. Algunos ejemplos de historias distópicas clásicas son: 1984 de George Orwell, Un mundo feliz de Aldous Huxley y Fahrenheit 451 de Ray Bradbury.

El libro 1984 del inglés George Orwell retrata la vida en una sociedad completamente controlada y vigilada. Las autoridades de esta sociedad vigilan cada minuto de la vida de sus ciudadanos que, a su vez, se encuentran dominados por su propaganda política. El protagonista de esta historia, Winston Smith, trata de recordar el pasado para rebelarse.

Tanto en 1984 como en Rebelión en la granja, otra novela de George Orwell, este autor realiza fuertes críticas sobre el totalitarismo. En ambas obras se inspiró en parte con el totalitarismo ruso mostrando la falta de libertad y represión de sociedades de este tipo. También buscaba mostrar las posibles consecuencias de vivir en una sociedad dictatorial y totalitaria de este estilo.