La alegría hace referencia a un sentimiento de placer generado por un hecho favorable e impacta en un estado de ánimo bueno. Las personas que experimentan alegría por algo suelen sentirse satisfechas, sonreír y hasta reírse debido a este sentimiento. Incluso se le puede denominar de esta manera a las cosas o personas que nos generan este sentimiento.
El origen de la palabra alegría se encuentra en el término alicer o alecris del latín que señalan una emoción amistosa, de placer o satisfactoria. Es importante mencionar que la alegría como emoción cuenta con una duración limitada o momentánea. Resulta muy común que se la considere un sinónimo de otros sentimientos como la felicidad y el placer.
Desde una perspectiva filosófica, cabe mencionar que los filósofos antiguos comparaban la alegría con el término referido a la locura. En la obra de Platón se lo mencionaba como una especie de presencia divina que actuaba a modo de flujo energizante y transformador. Dicho concepto se relacionaba con el entusiasmo que podía afectar incluso a los espectadores de dicho sentimiento.
Por otra parte, los romanos propusieron una definición de alegría más acorde a la que conocemos en la actualidad. Según el filósofo romano Cicerón, la alegría es un estado del alma que no pierde su serenidad ni al confrontarse con la posesión de un bien. Ya en el siglo XVII los filósofos modernos apuntaron a nuevos conceptos de alegría junto con otros sentimientos.
El filósofo neerlandés Baruch Spinoza consideró a la alegría una de las tres emociones básicas humanas junto con el deseo y la tristeza. Según Spinoza, los otros sentimientos son formas específicas de algunas de estas emociones principales (alegría o tristeza). Para Spinoza la alegría es el paso que da el hombre de una perfección menor hacia una mayor.
A este concepto de alegría lo contempla desde la idea que el hombre adquiere un aumento de poder. Dicho aumento se consigue al realizar deseos y con el esfuerzo que hacen las personas para perseverar durante su existencia. Para el filósofo alemán Leibniz existen dos tipos de alegría, la primera se trata del disfrute pacífico autónomo y el otro es el placer vinculado a la posesión de un bien.
Otros conceptos filosóficos de alegría
En cuanto a la filosofía contemporánea, el filósofo alemán Friedrich Nietzsche relaciona la alegría con la capacidad para superar el carácter trágico de la existencia. Según Nietzsche, la alegría es un tipo de expresión voluntaria que nos permite ser alegres incluso ante los sufrimientos de la vida. Para este filósofo la alegría es una felicidad alejada de otras de tipo ilusorio como las que representan el idealismo y la religión, por ejemplo.
El filósofo francés Henri Bergson contempla a la alegría como un signo de éxito y logro que le dan significado a nuestra existencia. Según este concepto de Bergson, la alegría es el producto de una creación, así que nuestra vida debe procurar dicha alegría. Y relacionado a la idea de creación, Bergson considera que el placer es la forma que nos da la naturaleza para conservar la especie.
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"Alegría: Qué Es, Su Origen y Conceptos Filosóficos". En: De Significados. Disponible en: https://designificados.com/alegria/ Consultado: 23 de noviembre de 2024.
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