La reciprocidad consiste en la correspondencia mutua que existe entre una cosa o persona con otra. En este sentido, hablamos de reciprocidad porque se da un intercambio mutuo entre las partes involucradas. Por ello se considera que la reciprocidad es la cualidad inherente ante cualquier acción entre dos o más personas.
Si hablamos de reciprocidad cabe mencionar cualquier tipo de relación humana como la amistad, por ejemplo. Para que una amistad exista debe haber compromiso y voluntad de ambas partes para fomentar esa relación. En caso de que uno solo apoye la relación y el otro sea indiferente quiere decir que no hay una relación de reciprocidad.
Algo parecido sucede con las relaciones amorosas que se basan en un vínculo de amor correspondido. Si no existe una reciprocidad en la pareja resulta más difícil de mantener ese vínculo y probablemente la relación se marchite. Entonces, la idea de reciprocidad se basa en el intercambio entre las partes, en un dar y recibir.
La reciprocidad en las relaciones humanas se basa, por lo general, en la reciprocidad de sentimientos. Aunque algunas relaciones humanas se basan en otros tipos de intercambios, como sucede con una relación laboral. Aquí la reciprocidad depende de trabajar para recibir un pago a cambio, por ejemplo.
Por lo general, las personas tienden a dar lo que reciben, la reciprocidad en este sentido es proporcional y equitativa. Aunque no siempre sucede de esa manera y pueden darse relaciones desequilibradas donde una parte da más de lo que recibe. Entonces, solemos ser atentos y cariñosos con quienes lo son con nosotros, o fríos y cortantes con quienes nos ignoran.
La reciprocidad en las relaciones entonces depende del trato o el afecto que recibimos, por eso damos en proporción a lo que recibimos y viceversa. Sin embargo, lo ideal es que las relaciones sociales partan de una comunicación clara, un buen trato y claro, de la reciprocidad. Cuando la relación se transforma en un vínculo se debe nutrir con atenciones y acciones que demuestren el interés recíproco.
La reciprocidad y las relaciones sociales
Ya hemos mencionado la importancia de la reciprocidad en relaciones de amistad o de amor. Sin embargo, existen otras relaciones sociales que también se atraviesan por la reciprocidad de las partes. Entre ellas se encuentran las relaciones laborales donde el trabajador ofrece sus servicios a cambio de un sueldo.
Otra forma de reciprocidad en el sector económico que quita el factor monetario se da con el trueque. El trueque consiste en realizar un intercambio de productos o servicios por otros, sin involucrar dinero en la transacción. Esta modalidad de intercambio se da sobre todo en mercados informales donde la reciprocidad se pauta entre los actores.
Por último, y como ya hemos mencionado en cuanto a las relaciones personales, la reciprocidad es importante para generar relaciones positivas. Podemos encontrar satisfacción y felicidad en nuestras relaciones personales cuando son recíprocas. De esta forma, la reciprocidad en nuestras relaciones nos abre a la alteridad con los demás.
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"Reciprocidad: Dar y Recibir para Relaciones Positivas". En: De Significados. Disponible en: https://designificados.com/reciprocidad/ Consultado: 3 de diciembre de 2024.
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