La palabra moral viene del griego «moris», que significa costumbre, y se asocia al término «moralis», es decir, que hace referencia a todo aquello vinculado con los usos y las costumbres. La moral es entendida entonces como un conjunto de prácticas sociales, establecidas por convención, que determinan todo aquello que el hombre puede o no hacer durante los momentos de su vida en comunidad en los que se encuentra juzgado por los ojos ajenos.
Si bien la moral es un cuerpo de conductas aparentemente de carácter universal, es posible notar una serie de variaciones dentro de cada grupo o cultura. Esto es así porque la moral no se encarga de separar aquello que está bien de aquello que no lo está, sino que determina cuáles son las actitudes que pueden llegar a ser consideradas indecorosas y perjudiciales para terceros, lo cual, en muchos caso, responde a motivos ideológicos o religiosos.
La invención de este concepto data de la antigüedad romana y grecolatina. En Grecia, la reflexión moral era moneda corriente durante los tiempos de publicación de las Máximas de los siete sabios de Grecia y los Versos dorados de los poetas griegos, mientras que en Roma la atención puesta en las costumbres de los ancestros fue la piedra angular de la confección del Derecho romano, conocido como la Ley de las XII Tablas en 450 a.C.
El concepto de moral posee múltiples vertientes desde las cuales puede ser definido y comprendido. Por un lado, puede hablarse de moral filosófica para explicar todas aquellas filosofías de vida que son posteriormente adoptadas como políticas. Esto significa que la moral es vista aquí como un conjunto de normas teóricas que tienen aplicación directa en la vida cotidiana, pues regulan el modo en el que los hombres se manejan en la vida.
Por otra parte, puede definirse este sintagma contraponiéndolo al concepto de ética. Si bien muchas veces ambos términos son empleados como sinónimos, la filosofía deja en claro que ambas palabras no son iguales, ya que la moral responde a una serie de normas que regulan el comportamiento de cada cultura particular, mientras que la ética refiere a un grupo de principios que han sido racionalmente pensados, que permiten una aplicación universal.
Además, la moral también puede ser entendida en relación con la teología y las religiones abrahámicas. En este caso, las acciones vinculadas a la maldad, la avaricia y el egoísmo se incluyen dentro de lo que se llama mal moral, es decir, aquel conjunto de prácticas que alejan al hombre de Dios y de los preceptos de la fe católica. La buena moral serían los actos asociados a la verdad, la bondad y la justicia.
Por último, existe lo que se conoce como «moral objetiva». Dentro de esta concepción se incluyen las conductas que, aludiendo a los hechos sociales durkheimianos, son elementos coercitivos y externos al sujeto que son aceptados pasivamente y que moldean su conducta. Aquí se encuentran todas las acciones de carácter universal que garantizan una aplicación indistinta a cualquier cultura, pues conforman una «moralidad de masas».
Sinónimos de moral
ética, honestidad, justicia
Antónimos de moral
deshonestidad, injusticia, indecencia
Formato para citar
"Moral: Definición, Origen, Diferencias con la Ética y Sinónimos". En: De Significados. Disponible en: https://designificados.com/moral/ Consultado: 22 de noviembre de 2024.
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