Inferencia: Sacar Conclusiones Lógicas y Cómo Funciona en la Vida Real

La palabra inferencia hace referencia a la acción y/o efecto del verbo inferir. En este sentido, esta palabra señala el proceso a través del cual se sacan conclusiones a partir de argumentos comprobables. Se trata de un concepto perteneciente a la lógica y para que una inferencia sea válida debe tener coherencia y lógica.

Así podemos decir que la inferencia consiste en la capacidad racional que tenemos para obtener información o conclusiones de forma implícita. La inferencia puede realizarse de forma oral, escrita o cualquier tipo de comunicación. También podemos hablar de inferencia cuando sacamos conclusiones en base a algo que puede ser falso o verdadero.

La inferencia puede llevarse a cabo en diferentes ámbitos y actividades de la vida cotidiana. Por ejemplo, podemos realizar inferencia cuando leemos algo y analizamos el contexto para deducir algo que no está expresado en el texto. Incluso podemos recurrir a la inferencia para entender el significado de alguna palabra que no conocemos en dicho texto.

El origen etimológico de la palabra inferencia cuenta con raíces latinas y se refiere a la acción de sacar una conclusión en base a una situación interior. Esta palabra se conforma gracias a la unión de los términos in, ferre e ia que se refieren a la cualidad de llevar algo hacia adentro. Recordemos que se trata de una capacidad racional a través de la cual concluimos algo en base a información dada y otra implícita.

Para la lógica, la inferencia consiste en la acción de sacar conclusiones a partir de argumentos con una estructura definida. Sin embargo, cabe señalar que no necesariamente son verdaderos los datos que se emplean en la inferencia. Por lo que las conclusiones a las que se arriban pueden ser incorrectas ya que se basan en hipótesis.

El proceso de inferencia consiste en un análisis profundo de la información usando el razonamiento para relacionar dicha información. Esta información se relaciona con distintos hechos siguiendo una estructura lógica y se sacan posibles conclusiones. El objetivo de una inferencia apunta a obtener conclusiones realizando una deducción sobre algo poco claro con la información disponible.

Características y tipos

A la hora de realizar una inferencia se deben tener en cuenta una serie de reglas. En primer lugar no se puede repetir la información y las deducciones deben basarse en ella. Lo ideal es que la inferencia se realice empleando información que sea comprobable para que sea correcta y válida.

La inferencia a la que llegamos con este proceso debe ser presentada de forma estructurada, que tenga sentido y se relacione al tema. A pesar de ser un proceso lógico, los resultados de una inferencia son más bien hipótesis sobre algo. Por ello no deben ser presentadas como una verdad absoluta ya que pueden ser incorrectas.

Las inferencias pueden clasificarse en dos tipos principales, la inferencia inmediata y la mediata. La primera es el tipo de inferencia donde se sacan conclusiones a partir de una única proposición. En el caso de la inferencia mediata se emplean dos o más proposiciones para llegar a una conclusión. Las inferencias mediatas pueden ser inductivas, deductivas o abductivas.