Iracundo: ¿Qué Significa Ser Propenso a la Ira?

Por iracundo se entiende que describe a alguien que siente ira o es propenso a sentirla. De igual manera, el adjetivo iracundo se suele utilizar para describir todo lo relacionado con alguien iracundo. Esta palabra deriva del término iracundus del latín con el cual se califica a alguien propenso a sentir o expresar ira, cólera o enojo.

La ira es una emoción que se exterioriza cuando algo nos altera o enfurece. Algunas de las señales características de la ira son: elevar el tono de la voz o gritar, insultar, ponerse colorado, golpear cosas con las manos o los pies, el corazón puede comenzar a latir más rápido, entre otros.

A pesar de ser una emoción relacionada con los humanos, la ira también puede presentarse en ciertos animales. Por lo general, los animales superiores pueden volverse iracundos cuando se sienten atacados. En este sentido, también suelen mostrar actitudes o comportamientos que demuestran su enojo.

Aunque puede llegar a considerarse a la ira como una emoción negativa e incluso violenta, no siempre lo es. Hay que tener en cuenta que la ira es una reacción ante ciertos estímulos y puede servir a modo de catarsis. Es decir, la ira nos puede ayudar a desahogar lo que nos enoja, siempre y cuando la canalicemos sanamente.

Pero si se trata de describir a alguien iracundo podemos decir que siente una bronca o enojo desbordante. Ante esto, la persona iracunda se muestra irritable, nerviosa y puede llegar a reaccionar de forma violenta tanto física como verbalmente. En cuanto a las razones por las que alguien se vuelve iracundo pueden ser muchas y de todo tipo.

Con esto nos referimos a que, por lo general, las causas de la ira pueden ser subjetivas o circunstanciales. Puede volverse iracundo tanto por algo ínfimo como por algo más bien grave. Cualquiera sea la razón, la persona iracunda puede llegar a perder el control de sus acciones ante la ira que siente.

Aspectos a tener en cuenta

Antes mencionamos que la ira no siempre es algo negativo, siempre que se emplee a modo de defensa y se pongan límites. Sin embargo, algunas personas pueden cegarse por la ira, perder el control y volverse violentas. En estos casos se recomienda que la persona busque ayuda psicológica para aprender a manejar la ira.

Además de la ira explosiva y expresiva que ya hemos mencionado, también existe un tipo de ira pasiva. La ira pasiva se caracteriza porque la persona iracunda tiende a huir o aislarse para evitar un estallido de furia. Este tipo de ira se puede expresar también de una forma pasivo-agresiva, con la persona juntando rencor, siendo sarcástica o chismosa.

Al igual que la ira explosiva y agresiva, la ira pasiva no es muy positiva ya que se reprimen ciertas emociones. Y como cualquier cosa que se reprime, esta ira puede explotar en algún momento o afectar la salud del individuo. En algunos casos, pueden sentirse angustiados, obsesionarse con cosas, sentir malestar físico o presentar tics debido a la ira reprimida.