Un impuesto es un término de carácter económico y social que se utiliza para referirse a una suerte de tributo (que puede ser en dinero o en otra forma de pago) que debe ser pagado por obligaciones establecidas a través del derecho público. Generalmente, un impuesto no requiere de una contraprestación a cambio por parte del acreedor, por lo que puede ser definido como una obligación económica y social que un individuo o grupo de individuos tiene para con la administración hacendaria.
Casi la totalidad de los impuestos surgen de la potestad tributaria del Estado, puesto que su principal función es la de la sustentación de los gastos del aparato público. Esta capacidad contributiva se encuentra regida por un principio propio de la justicia social, que sostiene que aquellos ciudadanos que posean una mayor cantidad de riquezas o que perciban una renta más alta que la de la mayoría de la población, deberán pagar necesariamente una cantidad de impuestos más alta que la del resto del pueblo, para lograr una sociedad más equitativa.
En pocas palabras, los impuestos son contribuciones que tanto las empresas como los particulares deben realizar de manera permanente y obligatoria para garantizar el perfecto funcionamiento del Estado. Sin la ayuda de estos impuestos, el aparato estatal no podría sostenerse, debido a que se necesita de recursos económicos tanto para llevar a cabo la infraestructura necesaria (carreteras, puertos y emplazamientos gubernamentales) como para brindar los servicios públicos necesarios (salud, educación, seguridad, entre otros).
A pesar de que los impuestos han tenido desde sus orígenes un carácter negativo por parte de sus contribuyentes, lo cierto es que en algunos casos han demostrado ser muy efectivos para disuadir determinadas conductas nocivas en los individuos. En efecto, el establecimiento de impuestos a determinados productos como el tabaco ha logrado reducir considerablemente su consumo, del mismo modo que el impuesto que recae sobre ciertas actividades económicas permitió la reducción del delito y la ilegalidad.
En base a esto, es posible reconocer tres finalidades en los impuestos de tipo económico. En primer lugar, los fines fiscales están asociados a la satisfacción de una necesidad de modo indirecto, pues se busca recaudar dinero para cumplir con alguna obligación estatal. En segundo lugar, los fines extrafiscales se vinculan con la satisfacción de necesidades de modo directo, debido a que están relacionados con el impuesto a determinados productos como el alcohol y los cigarrillos con el objetivo de disminuir su consumo. Y en tercer lugar, los fines mixtos resultan de la combinación de los dos fines anteriormente nombrados.
Los impuestos son calculados en función de un porcentaje llamado tipo de gravamen. En base a este número, se puede dividir a los impuestos en tres clases: los impuestos proporcionales, que se ponen en práctica cuando el porcentaje no depende de la renta del individuo; los impuestos progresivos, que consisten en el aumento directamente proporcional del porcentaje a pagar cuando la renta es mayor; y los impuestos regresivos, los cuales, a menor renta, disminuyen el porcentaje a pagar.
Sinónimos de impuesto
arancel, tributo, gravamen
Formato para citar
"Impuestos: Qué Son, Cómo Funcionan y Por Qué Son Necesarios". En: De Significados. Disponible en: https://designificados.com/impuesto/ Consultado: 23 de noviembre de 2024.
Lee también
- Síndrome de Asperger: Guía Completa sobre Causas, Síntomas y Tratamiento
- El Cinismo: Significado, Origen y Ejemplos de Personas Cínicas
- La Tabla Periódica: Organización de los Elementos Químicos y su Utilidad en la Química
- Disgrafía: Dificultad para Escribir, Causas, Síntomas y Tratamiento
- Base Imponible: Qué Es, Cómo Se Calcula y Ejemplos