Historia del Zarismo: El Régimen Absoluto de Rusia

El zarismo fue el régimen político que imperaba en la antigua Rusia. Se trataba de un régimen absoluto encabezado por los zares que se extendió desde mediados del siglo XVI hasta principios del siglo XX. Se denominaba zarismo justamente porque el poder político lo ostentaban los zares de forma absoluta.

En este sentido, un zar se contaba como la autoridad máxima en la Rusia de ese período donde se hacía todo a voluntad suya. El zarismo entonces era una forma de monarquía o imperio y el zar era el título que ostentaba el emperador ruso. Por su parte, a las mujeres se las denominaba zarinas durante este régimen.

Por tratarse de la forma rusa de un absolutismo monárquico, en los zarismos se cumplía la voluntad del zar. Cuando hablamos de absolutismo monárquico nos referimos a que todo el poder político recae en una persona. En el caso del zarismo, el poder absoluto lo tenía el zar o la zarina y no respondían a nadie más.

Esto significa que el zar no debía responder ante ningún congreso ni a su pueblo sobre las decisiones que tomaba. A su vez, el absolutismo suponía que el poder del zar no tuviera ninguna clase de límite o regulación. En definitiva, todas las decisiones económicas, políticas y sociales recaían en la figura del zar.

Además del plano político y económico, el zar también contaba con amplia injerencia en materia de religión. Esto se debía que el poder absoluto del zar lo convertía a su vez en el protector de la Iglesia Ortodoxa Rusa. Por lo que el zar también podía decidir acerca de temas relacionados directamente con la religión.

Como sucede con cualquier tipo de absolutismo, esta forma de gobierno es todo lo opuesto a la democracia. A principios del siglo XX se produjeron una serie de revoluciones que terminaron desplazando la figura del zar y su forma de gobierno. A raíz de esto, el último zar ruso fue Nicolás II que, debido a las revoluciones, abdicó el trono en 1917.

Características y curiosidades

A pesar de que el zarismo fue el sistema político dominante en Rusia desde 1547 hasta 1917, se extendió a otros países. En este sentido, el zarismo también contó con períodos de gobierno en Bulgaria y en Serbia. Con las revoluciones rusas de 1917, el Zar Nicolás II tuvo que convertir Rusia en una monarquía constitucional que incluía un parlamento.

Entre las principales razones que motivaron las revoluciones rusas y la caída del zarismo se contó la entrada de Rusia en los conflictos de la Primera Guerra Mundial. Esto ocasionó uno de los últimos problemas de poder que había entre el pueblo y el zar. Además, como se trataba de un régimen absolutista, el gobierno ruso contaba con una economía muy atrasada debido a las condiciones para establecer industrias.

Por otra parte, los zares podrían calificarse de autócratas, lo que quiere decir que eran los dueños absolutos del poder político y económico. De esta manera, la economía nacional en los gobiernos zaristas era semejante a la del feudalismo medieval. Por lo que, incluso en los primeros años del siglo XX, Rusia era un país sumamente atrasado a nivel económico y social.