A lo largo de nuestra vida atravesamos un proceso constante de aprendizaje.
Más allá del ámbito de la educación formal, los estímulos que recibimos permanentemente del mundo que nos rodea, generan una interacción con él que constituye nuestra experiencia.
La capacidad de aprender y adquirir conocimiento, de manera académica o en forma empírica, es una de las más destacadas cualidades de los seres humanos.
Desde la más tierna infancia el niño explora el mundo que lo rodea a través de los sentidos, teniendo registro de él por medio de las percepciones sensoriales.
Los estímulos externos generan una respuesta cerebral por la mediación del sistema nervioso, que transmite la cerebro la información recibida sensorialmente.
El cerebro procesa y almacena en la memoria dicha información, de modo que pueda ser posteriormente utilizada a través de la voluntad, es decir por iniciativa propia del ser humano.
De esta forma lo aprendido forma parte de lo que llamamos experiencia, cuya acumulación forma parte de los recursos internos con los que contamos.
Cada situación a resolver que se nos presenta cotidianamente tiene una respuesta mecánica de nuestra parte, que no depende de nuestra voluntad sino que se genera automáticamente como consecuencia de ese almacenamiento, según el estímulo de que se trate.
El proceso de aprendizaje es dinámico y está en permanente desarrollo y cambio.
La incorporación de formas nuevas de resolución de conflictos mejora nuestras habilidades o desarrolla otras que no conocíamos, por eso la elaboración y reelaboración de lo aprendido está en constante transformación.
Se aprende en forma dinámica y no estática, es decir que la experiencia actual se acumula a la que teníamos almacenada anteriormente para enriquecerla o reformularla.
Muchas veces la práctica convalida nuestro conocimiento o postura sobre alguna cuestión, y otras veces nos demuestra que nuestra posición es refutable.
Esta posibilidad de modificación de lo aprendido hace a la dinámica del proceso de aprendizaje, que está en constante evolución.
En la teoría del aprendizaje por descubrimiento la posibilidad de conocer y aprender está dada por el protagonismo del estudiante, a partir de la exploración e indagación práctica. La memorización estática del contenido de estudio congela la posibilidad de razonar, de desarrollar espíritu crítico y creatividad.
El aprendizaje es importante para el desarrollo de las personas, y la autonomía personal.
En toda circunstancia la vida nos enfrenta con la posibilidad de aprender cosas nuevas, poniendo a prueba nuestras habilidades y resiliencia.
Por eso el aprendizaje es una herramienta de crecimiento continuo, en el que la educación es el marco que lo propicia desde la primera infancia.
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"Importancia de Aprender: Cómo el Aprendizaje Transforma tu Vida". En: De Significados. Disponible en: https://designificados.com/importancia-aprendizaje/ Consultado: 3 de diciembre de 2024.
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