El concepto de Antiguo Régimen describe el conjunto de rasgos económicos, jurídicos, políticos y sociales de Europa durante los siglos XVII y XVIII. Dichos rasgos son sustituidos a lo largo del siglo XIX por otros característicos de la sociedad capitalista. Este término fue acuñado por los revolucionarios franceses para criticar estas costumbres decadentes durante la Asamblea Constituyente de 1790.
Originalmente, estos revolucionarios franceses criticaron las instituciones jurídicas y políticas con esta expresión. Sin embargo, en la actualidad el término de Antiguo Régimen se utiliza en un sentido más amplio abarcando todas las instituciones de esa época. Así, se considera que el Antiguo Régimen fue la forma de gobierno en Francia y gran parte de Europa durante ese período.
Este Antiguo Régimen incluye una serie de rasgos económicos, políticos y sociales específicos que incentivaron la Revolución francesa. Y fue con esta Revolución que el Antiguo Régimen llegó a su fin en Francia y el resto de Europa. También se designa como Antiguo Régimen a esa época a finales de la Edad Moderna.
El Antiguo Régimen, como ya mencionamos, finalizó con la Revolución francesa que decapitó al rey Luis XVI en público. Esto fue provocado por el mal gobierno del rey en los años de su mandato. Como no supo resolver los males y problemas de los ciudadanos se avivó esta revolución que terminó con su mandato abruptamente.
En el Antiguo Régimen, la forma de gobierno existente era la monarquía absoluta donde el mandato estaba a cargo del rey. De esta manera, todos los poderes políticos del gobierno se encontraban a cargo del rey. El poder del rey, su designación y cargo decían ser elegidos por Dios, el trono y régimen del rey tenían una inspiración divina.
Siguiendo con esta misma idea, el poder del rey no conocía límites y podía gobernar de forma despótica si así lo quisiera. Además, la forma en que impartían justicia los reyes era totalmente arbitraria porque en su mano estaba todo el poder. En algunos casos podrían existir ciertos límites de la mano de la nobleza y el papel que tenían en la corte.
Aspectos y características del Antiguo Régimen
Aunque se trataba de monarquías absolutas, algunas naciones contaban con parlamentos que desempeñaba un rol legislativo. Sin embargo, en muchos casos, la función del parlamento consistía en legitimar al rey. Podían no estar de acuerdo con el rey y hasta negarse a sus peticiones, pero el rey podía doblegarlos e imponerse de igual manera.
En la época del Antiguo Régimen tuvo lugar la Ilustración como corriente filosófica y artística dominante. Por ello se suele denominar a este período como despotismo ilustrado, sobre todo porque el monarca podía incluir reformas que favorecían al pueblo. Aunque estas reformas no contaban en forma alguna con la participación u opinión del pueblo.
Durante el Antiguo Régimen se daba una estratificación social denominada sistema estamental. En este sistema se reconocían tres estamentos con una movilidad escasa y complicada: La nobleza donde se incluían el rey y los otros nobles, el clero y, por último, artesanos, comerciantes y campesinos.
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"El Antiguo Régimen: Características, Causas y Consecuencias de la Monarquía Absoluta en Europa". En: De Significados. Disponible en: https://designificados.com/antiguo-regimen/ Consultado: 21 de noviembre de 2024.
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