Los pacientes son aquellas personas que tienen un problema de salud y son atendidas por un profesional médico el cual sabrá cuál es su padecimiento luego de manifestar diferentes síntomas y dolencias.
Una persona para llegar a ser denominada paciente debe pasar por ciertas etapas tales como la identificación de los tipos de síntomas y el diagnóstico acerca de su enfermedad. También debe pasar por un tratamiento para obtener, al finalizarlo, el alta de su enfermedad.
Pacientes sabelotodo
Son aquellos que creen saber más que el propio médico. Saben todo acerca de su enfermedad pero, por lo general, tienen información no del todo válida, pues la obtienen de sitios de Internet de dudosa reputación. Pueden tener un carácter soberbio que los hace muy difíciles de tratar.
Indiferentes
Los pacientes indiferentes son los que, si bien escuchan al médico, no presentan demasiado interés en el tema, no preguntan y tampoco interactúan con el médico e inclusive pareciera que no tienen interés en el tratamiento.
Impacientes
Son aquellos pacientes que tienen prisa en ser atendidos. Son fáciles de reconocer porque suelen mirar el reloj cada pocos minutos y hacen ruido o se mueven de manera que pueden ser notados fácilmente.
La palabra pacientes tiene su origen en el vocablo latino “patiens”. Su significado es «sufrido» o “sufriente”.
Groseros
Por fortuna para los especialistas en medicina, estos pacientes son los menos habituales en las salas de espera. Son aquellos que suelen ser descorteses o muy agresivos y que responden de manera brusca o maleducada a cualquier pregunta que el profesional de la salud les haga. Se trata de personas a quienes solo les interesa defender sus propios intereses y derechos sin tener en cuenta los de los demás.
Conversadores
Se trata de personas que son muy agradables en el trato y muy simpáticas. Sin embargo tienen el gran defecto de hablar demasiado y por lo general los temas a los que se refieren distan mucho sobre la enfermedad o el tratamiento en cuestión por el cual fueron a tratarse.
Indecisos
Como su nombre lo indica, son pacientes a los que les cuesta tomar la decisión de visitar a un médico. Por lo general se trata de individuos de personalidad tímida y su reacción siempre es a la defensiva por lo cual son muy difíciles de tratar. Inclusive explican sus problemas con frases evasivas por lo que al profesional le resulta difícil llegar a un diagnóstico certero.
Reflexivos
Son personas discretas y muy tranquilas que tienden a no desesperarse ante los diagnóstico. Suelen tomar decisiones luego de haber analizado los pro y los contras de su tratamiento. Lamentablemente, muchas veces esto conlleva a una pérdida de tiempo de ambas partes que puede terminar siendo poco feliz.
Impulsivos
Son todo lo opuesto a los anteriores ya que son impacientes y muy inconstantes. Quieren los resultados en poco tiempo y se dejan guiar no por la razón sino por su instinto, cosa que a veces es un error.
Desconfiados
Son aquellos que dudan de todas las opiniones, inclusive de las de su propio médico. Se toma un tiempo, a veces exagerado, para examinar sus posibilidades y nunca olvida las experiencias negativas del pasado, lo que los lleva a desconfiar aún más en la palabra de los especialistas.
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"Tipos de Pacientes: Guía para Entender a tus Visitantes". En: De Significados. Disponible en: https://designificados.com/tipos-pacientes/ Consultado: 3 de noviembre de 2024.