Un juego simbólico es lo que recrean los niños al representar acciones, entornos o roles adultos. Los niños acostumbran a reproducir situaciones de la vida cuando juegan, es su forma de aprender sobre la vida. De esta manera, el juego simbólico se vuelve un excelente campo de exploración que les permite ensayar la vida adulta.
Algunos de los ejemplos más comunes de juegos simbólicos son: jugar a ser mamá o cuidar a un bebé, jugar a ser maestra, a los autitos e incluso a la guerra. Por lo general, los juegos simbólicos son la forma en que los niños imitan lo que ven hacer a los adultos. Con esto buscan entender, ensayar, participar y aprender estos procesos de la vida que los rodean.
Por otra parte, cabe mencionar que los juegos simbólicos sirven como un motor para desarrollar su autoestima y autonomía. A la vez, estos juegos también permiten que los niños desarrollen sus habilidades emocionales y sociales. Los niños comienzan a experimentar con juegos simbólicos a medida que exploran su imaginación.
Teniendo esto en cuenta, podemos decir que los juegos simbólicos pueden comenzar cuando los niños tienen alrededor de dos o tres años. Esto suele coincidir con el momento en que descubren o surge su propia imaginación y se extiende el tiempo que lo necesiten. Es decir, suelen implementar estos juegos aproximadamente hasta que se acercan a la adolescencia.
Incluso se podría decir que los juegos simbólicos acompañan el proceso madurativo de los niños. Cuando alcanzan la preadolescencia ya han cubierto diferentes situaciones con sus juegos y entienden mejor el mundo que los rodea. Además, a esta edad tienen otras preocupaciones y empiezan a atravesar diferentes tipos de cambios.
Debido a su importancia no se les debería impedir explorar y experimentar diferentes situaciones a través de estos juegos. Por lo general, los niños van atravesando varias etapas a medida que crecen y sus gustos e intereses se reflejan en los juegos que practican. Es una forma de aprendizaje muy común y suele inspirarse en lo que los niños ven, escuchan o presencian.
Algunos consejos a considerar
Ya hemos mencionado que los niños representan situaciones adultas en sus juegos simbólicos. Esta es su forma de imitar todo aquello que ven, escuchan o a lo que están expuestos en su vida cotidiana. Es importante observar lo que recrean e imitan y a la vez cuidar el ambiente en el que se crían los niños.
Una buena forma de fomentar el juego simbólico es dotarlos de materiales que les faciliten los juegos. Estos pueden ir variando con el tiempo junto con sus intereses y gustos, los juguetes que prefieren o piden son buenos indicativos de esto. También es importante procurar que cuenten con compañeros para practicar estos juegos y así fomentar su socialidad de paso.
En este sentido, los mejores compañeros de juegos simbólicos son otros niños, preferentemente de su misma edad. Entre los principales beneficios del juego simbólico se cuentan el desarrollo de habilidades emocionales, intelectuales y sociales. Es decir, esta clase de juegos les permite: exteriorizar sus emociones y sentimientos, aprender nuevas aptitudes, fomentar la curiosidad, creatividad e imaginación, la cooperación y el trabajo en equipo.
Formato para citar
"Beneficios del Juego Simbólico para el Desarrollo Infantil". En: De Significados. Disponible en: https://designificados.com/juego-simbolico/ Consultado: 21 de noviembre de 2024.
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