La palabra lenguaje proviene del latín lingua y hace referencia a un sistema de comunicación compartido por todos los participantes de una comunidad de habla. Si bien el lenguaje es de naturaleza arbitraria, las reglas combinatorias que lo rigen son aprehendidas y naturalizadas por los hablantes, por lo que resulta muy difícil cambiarlas de manera individual. A estos principios de combinación deben añadírsele necesariamente los contextos de uso, que se encargan de determinar le pertinencia de determinados discursos.
Muchos lingüistas aseguran que la característica que diferencia al hombre de otros animales es la creación y adopción de un lenguaje, puesto que los seres humanos se valen de símbolos, señales y sonidos para hacerse entender entre los ejemplares de su misma especie y comunicar sus ideas y su forma de ver el mundo. Si bien el resto de los animales también se comunican entre sí, el proceso de intercambio lingüístico entre los seres humanos es mucho más complejo, ya que involucra cadenas de sonidos y signos gráficos.
El lenguaje que utilizamos puede ser, a su vez, dividido en dos categorías. Por un lado, se encuentra el lenguaje humano, descrito anteriormente como aquel que se vale de los signos lingüísticos para transmitir ideas; mientras que, por otro lado, podemos encontrar a los lenguajes formales, que se caracterizan por servir a las ciencias exactas, tales como la matemática, la química o la programación. A pesar de utilizar otra clase de alfabeto, estos últimos parten del lenguaje humano, por lo que resultan fáciles de comprender.
A pesar de que muchos especialistas en el tema han asegurado durante mucho tiempo que los animales irracionales resultan incapaces de desarrollar un lenguaje, numerosos estudios realizados recientemente echan por tierra esta teoría. De acuerdo con esta nueva hipótesis, los animales con el área cortical más desarrollada, tales como los chimpancés, los gorilas, los delfines y las palomas, presentan un lenguaje más complejo que el propuesto por Pavlov, fruto de sus experimentos conductistas con perros hambrientos.
Más allá de que la lengua natural, la comunicación animal y los lenguajes formales aparenten tener una raíz en común, sólo la primera logra cumplir con las reglas de Hockett, es decir, con un conjunto de propiedades que determinan cuál es una lengua natural. Los rasgos más sobresalientes son, sin dudas, la arbitrariedad (la ausencia de relación entre el significado y el significante), la productividad (la posibilidad de crear nuevos mensajes nunca antes elaborados) y la estructura jerárquica (las reglas gramaticales que ordenan todas las oraciones).
Dentro de la definición de lenguaje podemos encontrar varios tipos. En primer lugar, el lenguaje oral se caracteriza por ser una cadena de sonidos que se unen para formar palabras que luego se ordenan para expresar ideas; en segunda instancia, el lenguaje corporal está constituido por una serie de señales no verbales que sirven para dar cuenta del estado de ánimo del hablante; por otra parte, existe también el lenguaje desordenado, asociado a los defectos del habla; y, finalmente, nos encontramos con el lenguaje explosivo, reconocido por la ruptura del ritmo de la oración.
Sinónimos de lenguaje
habla, lengua, idioma
Formato para citar
"El Lenguaje Humano: Características, Tipos y Diferencias con Otros Sistemas de Comunicación". En: De Significados. Disponible en: https://designificados.com/lenguaje/ Consultado: 23 de noviembre de 2024.
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