La palabra epíteto hace referencia a un adjetivo con el que se añade o recalca una cualidad sobre el sustantivo que acompaña. En este sentido, el epíteto no modifica la extensión del sustantivo y busca producir cierto efecto estético. El epíteto también puede ser una expresión con la que se realiza un juicio calificando algo.
Entonces, un epíteto se trata de una modalidad de adjetivo al que podemos describir como adjetivo explicativo. Como cualquier tipo de adjetivo, un epíteto concuerda con el número y género del sustantivo al que acompaña. Además, esta clase de adjetivo se caracteriza por enunciar una cualidad propia y evidente del sustantivo.
Esto significa que un epíteto añade información sobre ese sustantivo que ya se conoce de antemano o es propia del mismo. Sin embargo, a pesar de ser un adjetivo que pueda resultar innecesario o reiterativo, el epíteto le añade un componente emotivo. En este sentido, los epítetos se utilizan principalmente en el lenguaje poético ya que cumplen una función estética.
Aunque por esta misma razón, los adjetivos explicativos suelen ser prescindibles en otros tipos de comunicaciones. Esto se debe justamente a que este adjetivo no le agrega nada nuevo ni modifica al sustantivo. Su única función consiste en complementarlo o bien recalcar alguna de sus propiedades características.
Algunos claros ejemplos de epítetos serían: “Le tiraron un baldazo de agua mojada”. “El caliente fuego de la chimenea nos recibió al volver a casa”. “Llegamos a la fiesta con nuevas provisiones y una bolsa de hielo congelado”. En estos ejemplos los epítetos serían el mojada en la primera, caliente en la segunda y congelado en la última.
Antes mencionamos que los epítetos se usan principalmente en el lenguaje poético por el factor estético que añaden. Esto se debe a que la poesía cuenta con un lenguaje propio y emplea ciertos elementos y recursos para darle mayor fuerza creativa a las obras. Es lo que se conoce como figuras retóricas, por lo que los epítetos cuentan como una de ellas.
Usos y ejemplos
Siguiendo con el uso de los epítetos en el lenguaje poético, cabe mencionar que se trata de una figura de acumulación. Esto se debe a que el epíteto cumple la función de potenciar el significado del sustantivo al que está describiendo. Así, algunos ejemplos poéticos de epítetos serían: el frío hielo, las verdes praderas o el blanco lirio.
Debido a su carácter reiterativo, los epítetos se utilizan casi de forma exclusiva en la poesía. No es de extrañar ya que lo mismo ocurre con otras figuras retóricas que no resultan útiles en otros lenguajes. Pero eso no quiere decir que los epítetos se restringen únicamente a la poesía ya que los usamos de forma cotidiana también.
En cuanto al término epíteto, cabe mencionar que esta palabra deriva de epítheton del griego. Su significado original puede traducirse como agregado o de más, como bien hemos mencionado es la mención de este adjetivo. También se acostumbra a usar epítetos para describir a personajes históricos famosos, como por ejemplo: Juana la loca, Alejandro Magno, Felipe el hermoso, entre otros.
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"Epíteto". En: De Significados. Disponible en: https://designificados.com/epiteto/ Consultado: 26 de abril de 2024.