Las falacias son razonamientos que, a pesar de parecer una frase o argumento válido, en realidad no lo son. Se trata de pensamientos erróneos que podemos llegar a tener, inclusive, de manera inconsciente. Sin importar si la conclusión al a que se arriba es un resultado verdadero o si viene de una falacia el proceso por el cual se ha arribado a la misma.
Las falacias existieron desde siempre y el ser humano no escapa de ellas, no importa la edad ni el sexo. Todos, en algún momento, hemos cometido alguna.
Falacias no formales
Son aquellas en las que el error del razonamiento se relaciona, principalmente con el contenido de las frases y premisas.
Las falacias no formales, no permiten llegar a una conclusión sin importar si las premisas de las que parten son ciertas o falsas.
Falacia ad ignorantiam
Se trata de dar por sentada la veracidad de una idea por el hecho de que no se puede demostrar que es algo falso que no tiene forma de probarse.
Ad verecundiam
Este tipo de falacias dependen de la autoridad que las exprese. Se las conoce como falacias de autoridad, pues quien las defiende tiene la verdad absoluta, aunque no sea nada cierto.
Generalización apresurada
Esta falacia se caracteriza por estar basada en pocos datos, por ejemplo, cuando hablamos de alguna persona sobre algo malo sin tener todos la información suficiente.
Del hombre de paja
En este tipo de falacia se critica la imagen externa de la otra persona sin pasar por sus ideas. Un ejemplo ocurre cuando se examinan las ideas políticas del contrincante poniéndolas en ridículo sin tener argumentos convincentes.
Post hoc ergo propter hoc
Este tipo de falacia es la que da por asegurado que, si ocurre algo después de que pase otra cosa, se debe a eso que pasó anteriormente aunque no existan pruebas de eso. Por ejemplo, puede ser que una persona crea que, porque ella cruzó mal la calle, el accidente producido dos calles más lejos sea su culpa cuando pueden ser otros factores los que lo provocaron.
Falacia ad hominem
En este caso, se niega la verdad de algunas ideas y solo se resalta la parte negativa la que, al mismo tiempo, es distorsionada y exagerada.
Falacias formales
Hablamos de falacias formales cuando al relacionar las premisas se puede llegar a una conclusión verdadera.
Negación de antecedente
Este tipo de falacia funciona pensando que, si la persona hace algo, entonces sucederá otra cosa que lo beneficiará. Lo mismo ocurre si la primera parte es negada, pues por decantación, la segunda también lo será.
Afirmación del consecuente
Este tipo de falacia sale de un condicional. Se produce una afirmación en la que el antecedente deberá ser verdadero, por ejemplo: “si me gano la lotería, voy a viajar”.
Estos son los diferentes tipos de falacias que se conocen. Todos en algún momento de nuestra vida hemos incurrido a ellas para zanjar algunas cuestiones con diferentes resultados.
Formato para citar
"Tipos de Falacias: Guía para Pensar Críticamente". En: De Significados. Disponible en: https://designificados.com/tipos-falacias/ Consultado: 24 de noviembre de 2024.
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