Para hablar de la importancia de la narración debemos referirnos a uno de los momentos claves de la evolución de nuestra especie: la adquisición de un lenguaje articulado. Aquí podemos hacernos la pregunta sin respuesta: ¿qué estuvo primero, el huevo o la gallina? ¿la necesidad de contar o el lenguaje?
Como afirmarnos en esa pregunta nos hará caer en un bucle en el que no podremos llegar a ninguna certeza, intentemos analizar las posibilidades que se nos abrieron a partir de aquel momento: la posibilidad de contarnos, de formular una historia, de poner en palabras la cultura para sostenerla contra la extinción.
La narración fue en sus orígenes una de las formas en las que los adultos educaban a los niños. A través de historias, con elementos de magia y fantasía, intentaban implantar en ellos la semilla de la responsabilidad e inculcarles valores. Antes de que existiera el lenguaje escrito, la oralidad permitió que la historia fuera narrada de generación en generación, para llegar hasta nosotros.
En el ámbito de la literatura la narración es uno de los elementos fundamentales. Sirve para contar historias, para plantear reflexiones, para imprimir ideas sobre una hoja y transmitir emociones e ideas.
Cuando pensamos en narración nos imaginamos historias que pertenecen al campo de la ficción, sin embargo, es un concepto que abarca un terreno bastante más amplio. Una narración puede ser una historia que relata un hecho ficticio, pero también es narración un discurso técnico de cualquier tema.
En ese sentido podemos encontrar dos tipos de fundamentales de narración: la estrictamente literaria (que incluye aquellos textos que se enfocan en una forma y una determinada funcionalidad estética) y la no literaria (en la que se encuentra el relato ensayístico que persigue como fin el mensaje y no la forma).
Cabe mencionar que se conoce como narración tradicional el conjunto de relatos vinculados a la idiosincrasia de un pueblo. Así, los cuentos clásicos, las leyendas, antes de ser plasmados en papel fueron narrados en público durante siglos, quizás antes de que existiese el lenguaje escrito. Esto explica por qué de una misma historia suelen existir diferentes versiones.
La importancia de la narración en la historia
Históricamente la narración ocupó un lugar importantísimo en el desarrollo sociocultural de nuestras sociedades. Esto se debe a que estableció las bases para la búsqueda de la escritura, lo que devendría en muchísimas oportunidades para la preservación de la cultura.
Antes de que existiera el lenguaje escrito, como decíamos antes, a través de la narración se exponían las ideas y los valores de la sociedad para que los más jóvenes los conocieran y pudieran desarrollarse practicándolos. Así, de generación en generación, la narración permitió el afianzamiento de los valores culturales de los diversos grupos humanos.
Para terminar podríamos decir que la importancia de la narración no reside sólo en las posibilidades que ofrece al crecimiento social y emocional sino también a la oportunidad que nos ofrece a cada uno de nosotros para contarnos, expresar nuestras ideas y compartir nuestra vida con el resto de los seres sintientes.
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"La Importancia de la Narración: Cultura, Identidad e Historia". En: De Significados. Disponible en: https://designificados.com/importancia-narracion/ Consultado: 23 de noviembre de 2024.
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